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Un Mensaje a la Conciencia

Christian Talk

Populares programas de 4 minutos que comienzan con una anécdota o historia y terminan con una aplicación moral y espiritual. Se han transmitido de lunes a sábado durante más de 40 años. Actualmente se difunden más de 4 mil veces al día en 30 países en la radio, la televisión y la prensa, y ahora via Internet en Conciencia.net.

Location:

Costa Mesa, CA

Description:

Populares programas de 4 minutos que comienzan con una anécdota o historia y terminan con una aplicación moral y espiritual. Se han transmitido de lunes a sábado durante más de 40 años. Actualmente se difunden más de 4 mil veces al día en 30 países en la radio, la televisión y la prensa, y ahora via Internet en Conciencia.net.

Language:

Spanish

Contact:

Asociación Hermano Pablo Box 100 Costa Mesa, CA 92628 9499227501


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¿Debe uno delatar a su padre condenado por abuso sexual?

8/6/2025
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Papá tiene setenta y dos años. Está perseguido por la justicia debido a tocamientos indebidos que cometió... en contra de una chica de dieciséis años. Lo ayudamos porque no sabíamos todo lo que había ocurrido, pero lo condenaron a diez años de cárcel y anda escondido.... »Ahora papá quiere prácticamente... que nos hagamos cargo de él. Yo ya tengo cuarenta y seis años. Ya no soy el niño que él antes manipulaba, pero mi amor por Cristo me tiene en un dilema en cuanto a cómo proceder. Él abusaba de mí y me golpeaba mucho, pero yo lo perdoné.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Por una parte, sentimos mucho el cruel abuso que sufrió durante su niñez y las dificultades que está afrontando actualmente con su padre. Por otra parte, nos alivia saber que ha sentido la paz perfecta debido a que ama a Jesucristo, el Hijo de Dios, y es seguidor de Él. »De hecho, por ser seguidor de Cristo usted se preocupa en cuanto a quebrantar uno de los Diez Mandamientos, el que nos manda que honremos a padre y madre. »Su caso es uno de esos en los que parece imposible obedecer dos o más leyes de Dios al mismo tiempo. Usted quiere honrar a su padre conforme al mandamiento bíblico, y sin embargo vive en un país que tiene leyes y autoridades establecidas para hacer cumplir esas órdenes judiciales. Con relación a esas leyes, el apóstol Pablo enseñó que los que se oponen a la autoridad se rebelan contra lo que Dios ha ordenado, y serán castigados. ¿Entonces cómo es posible honrar al padre y someterse a las leyes del gobierno al mismo tiempo? ... »Honrar no significa que los hijos tienen la obligación de cubrir los gastos irresponsables o la conducta delictiva de los padres. Se nos han contado muchos casos en los que padres imprudentes e irresponsables han tratado de valerse de ese mandamiento para exigirles a sus hijos que los sostengan económicamente e incluso que paguen sus deudas. En el caso suyo, su padre está tratando de tergiversarlo a propósito a fin de exigirles que lo oculten de las autoridades. ¡Eso no es honrar! »Las leyes difieren de un país a otro, pero en muchos países usted estaría infringiendo la ley al respaldar de esa manera a su padre. Le recomendamos que le advierta que la próxima vez que lo vea, usted tendrá que llamar a la policía e informarle dónde se encuentra. Él se enojará mucho y lo atacará verbalmente con todas las armas de manipulación que tiene en su arsenal, así que usted debe determinar de antemano que ninguna de las palabras que él le lance tienen poder para hacerle daño.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo puede leerse con sólo pulsar la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 854. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«El tiburón se acercaba»

8/5/2025
«Creció muy cerca del mar, en Chiquimulilla, en la costa sur [de Guatemala], pero no fue hasta que cumplió dieciocho años de edad que se atrevió a desafiarlo. Jorge Marroquín se fue con sus amigos, Ernesto Ramos y Macario Salguero, en una tiburonera de veinticinco pies que lucía más imponente en tierra que rodeada [por el] mar. Salieron por dos días y dos noches a navegar por las aguas donde... a veces las mantarrayas, que parecían pesar una tonelada, se acercaban perezosamente a la pequeña embarcación; donde súbitamente comenzaban a soplar vientos que en tierra jamás se habían sentido. »Los tres muchachos no llevaban más que un viejo pedazo de plástico para resguardarse de los chubascos y lluvias que aparecían de la nada. No lo usaban para protegerse del sol porque su oscura piel, aunque aún joven, ya estaba curtida por el sol. »Iban a cazar tiburones como lo han hecho los pescadores de la costa sur durante siglos. Con un gran anzuelo agarraban al tiburón y con su propia fuerza los tres luchaban con [el fiero pez] para subirlo al barco. Llevaban su amansalocos, un enorme garrote para pegarle al tiburón y someterlo para que lentamente muriera fuera del agua. »Aún fuera de su elemento, el tiburón podía ser peligroso. Habían escuchado las historias y visto los resultados de lo que sucede cuando un hombre se enfrenta a un tiburón sin el amansalocos. Viejos pescadores que deambulaban por las calles del pueblo sin un brazo o sin una pierna, que fueron agarrados, desprevenidos, por el animal que ya en sus últimas aún lograba abrir su enorme boca y clavar sus enfilados dientes en el cuerpo del hombre que se había atrevido a sacarlo de su mar.... »Una vez Jorge se perdió por seis días en el mar abierto. Estaba pescando [—cuenta Jorge—], cuando de repente se armó un chubasco con vientos y lluvias tan intensos que él y sus compañeros no podían hacer más que esconderse bajo su pedazo de plástico.... »... Vio que las costas de su tierra se iban acercando después de días en alta mar, conforme las corrientes lo acercaron... a tierra [Jorge aún no sabe por qué, pero invoca el dulce nombre de Jesucristo para agradecérselo]. Cuenta cómo se tiró al agua para nadar hacia tierra y preguntarle a alguien en la playa dónde estaban.... Un niño en la playa le dijo [que había llegado a la frontera con El Salvador], pero le preguntó cómo no se lo comieron los tiburones que nadaban en la zona cuando se arrojó al agua. [Jorge] recuerda el terror que sintió al meterse al agua para nadar de nuevo porque tenía que llegar a su tiburonera y sus compañeros. Cuando llegó al barco, le preguntaron dónde estaba. Les dijo que les diría, pero que antes lo sacaran del agua. »El tiburón se acercaba.» Así termina de contar el corresponsal de origen guatemalteco Harris Whitbeck, en la pintoresca obra titulada Guatemala inédita, la historia del intrépido pescador Jorge Marroquín. Hizo bien Jorge al agradecerle a Jesucristo su salvación en alta mar. Es que a su pueblo Dios le dice, por medio del profeta Isaías: «No temas.... Porque el que te hizo... es el Señor Todopoderoso.... El terror se apartará de ti, y no se te acercará.» Pero conste que Dios espera de nosotros que invoquemos su nombre y le demos las gracias en toda situación, tanto en las buenas como en las malas circunstancias de la vida. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Guatemala inédita

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«Contemplación de la naturaleza»

8/4/2025
«No es posible dejar de hablar de las Cataratas [del Iguazú] sin apuntar algunos datos numéricos, sobre todo si se atiende a que la gran mayoría de los lectores iberoamericanos desconoce la existencia de estas grandes reservas de fuerza y de riqueza.... »La zona de las cataratas comprende una superficie de setenta y cinco mil hectáreas.... La línea de los torrentes mide en conjunto dos mil setecientos metros. Corresponden seiscientos metros de saltos al Brasil y dos mil cien a la Argentina. La altura máxima de las caídas es de ochenta metros y la mínima de cincuenta y seis. Las potencias son: máxima, de 6.985.170 caballos de vapor; la media, 1.214.807, y la mínima, 132.400. El volumen medio de agua es de 6.300.000 metros cúbicos por hora. El cauce del río nace a novecientos metros sobre el nivel del mar, y al desembocar en Paraná tiene noventa metros de altura sobre el mar, repartido ese desnivel en una extensión de 1.320 kilómetros. Además de los grandes saltos, que son doce o quince, se cuentan hasta setenta saltos o chorros relativamente pequeños. »Sólo la caída central del salto Unión, ligada al Floriano, tiene una línea de caídas casi el doble de la del Niágara y una altura también doble. Se calcula que el volumen de agua es tres veces mayor que el del Niágara. También la caída africana de Victoria en el Zambeze es menor en volumen de altura, aunque aquel salto tiene una altura de ciento diecisiete metros.... A simple vista se observa en el Iguazú una grandiosidad de proporciones que supera desde luego al Niágara.» Así resume José Vasconcelos, autor y Ministro de Educación de México, los extraordinarios atributos de las Cataratas del Iguazú con motivo de su viaje a la región a fines de octubre de 1922. «De regreso... llegamos a Concordia —cuenta Vasconcelos luego de haberlas visto—... y allí nos recibieron de una manera triunfal; parecía que veníamos de descubrir las cataratas. Los periodistas nos pedían impresiones para transmitirlas por telégrafo a Buenos Aires; la prensa local nos dedicaba saludos; un diario de la región afirmó que antes que diplomáticos éramos artistas, puesto que abandonábamos las comodidades de Buenos Aires para ir a gozar con la contemplación de la naturaleza. En la Escuela Normal hubo una de esas fiestas en las que se siente pasar el soplo arrebatado del entusiasmo; canciones patrióticas, discursos vehementes... Pellicer leyendo entre grandes y calurosos aplausos la poesía que acababa de componer al Iguazú...» No hay duda alguna: hizo bien Vasconcelos al dedicarle tiempo a la contemplación de la naturaleza. Y si bien, según el famoso escritor mexicano, «no es posible dejar de hablar de las cataratas sin apuntar algunos datos numéricos», tampoco debiera ser posible hacerlo sin aludir a algunos conceptos teológicos al respecto. Es que, según San Pablo, lo que se puede conocer acerca del Artista Divino que las creó es evidente al contemplarlas. «Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó». Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Textos: Una antología generalDe la raza cósmicaJosé Vasconcelos, los años del águila, 1920-1925: educación, cultura e iberoamericanismo en el México postrevolucionario

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«Me amaba sólo en tiempos buenos»

8/2/2025
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Hace dos años me casé. Estamos en un proceso de separación. Mi esposa me dijo que me dejaba por la situación económica. Me aclaró que me amaba, pero sólo en tiempos buenos en que hubiera dinero. Ella insiste en el divorcio. ¿Qué puedo hacer?» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Sentimos mucho que su matrimonio se esté disolviendo. Sin embargo, lo que nos cuenta suscita más preguntas que respuestas. »Si bien usted sostiene que ella quiere irse debido a su situación económica, no dice por qué su situación es peor que antes. Ella le dijo que lo amaba cuando había dinero. ¿A qué se debió, entonces, que se acabara el dinero o dejara de haberlo? ¿Perdió uno de los dos su empleo? ¿Está uno de los dos demasiado enfermo para trabajar? ¿Ha estado alguno gastando dinero sin prudencia? ¿Han tenido que saldar deudas del pasado? ¿Acaso uno de los dos es adicto al juego? »Sus respuestas a esas preguntas tal vez no tengan nada que ver con la razón por la que su esposa quiere el divorcio, y sin embargo, por otra parte, es posible que aclaren sus verdaderos móviles. Como usted no ofrece ninguna otra explicación, parece que cree que a su esposa le importa más el dinero que cualquier otra cosa. ¿Es esa la clase de mujer con la que usted pensó que se estaba casando, o piensa más bien que ella ha cambiado en apenas dos años? »Nosotros no lo conocemos a usted ni conocemos a su esposa, pero nos parece que hay aspectos de su caso que no nos está contando. A pesar de eso, usted quiere que le digamos lo que puede hacer, y sí tenemos algunas sugerencias. »Sus opciones legales dependen del país en que vive. Si su país exige que las dos partes consientan para poder divorciarse, entonces no consienta sino hasta que usted y su esposa hayan acudido a la consejería o a la conciliación. Un consejero o mediador puede ayudarles a los dos a que aprendan a manejar un presupuesto de sus ingresos con mayor eficiencia y a resolver sus diferencias de un modo más positivo. Es posible que el sistema judicial de su país ofrezca servicios de conciliación gratuitos o a un costo reducido. »Para salvar su matrimonio, ambos van a tener que empeñarse en lograrlo. Le recomendamos que se esfuerce ahora, incluso mientras ella sigue convencida de la ruptura del matrimonio, porque si usted no está dispuesto a hacer su parte primero, entonces es probable que ella nunca se disponga a hacer la suya. »La mejor manera de tener la sabiduría para determinar qué hacer es consultar a Dios, nuestro Padre celestial. Él sabe precisamente los pasos que usted debe dar. Santiago el apóstol enseñó: “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.” Eso quiere decir que cuando usted le pida a Dios sinceramente que tome control de su vida, que perdone sus pecados y que le dé sabiduría, Él lo hará.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 734. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«Una continua y melodiosa catástrofe»

8/1/2025
«Salimos de Buenos Aires por la tarde... con Carlos Pellicer y Julio Torri, los poetas, [a fines de octubre de 1922]. Nunca hubo excursión más hermosa.... »La mañana del tercer día estuvo dominada por esa emoción que precede a los grandes sucesos. Se nos había dicho que a la una atracaríamos en Puerto Aguirre, para llegar, después de una hora [en] automóvil, delante de las cataratas [del Iguazú].... El barco tuerce para internarse en la corriente del Iguazú, y a poco andar atraca [en] un pequeño muelle de descarga. No podría seguir muy adelante, río arriba, porque ya cerca de las cataratas la corriente es torrencial y el lecho del río pedregoso. Serían las dos de la tarde cuando pisamos la tierra colorada y húmeda de la margen derecha.... Apresuradamente trepamos a un Ford.... Una hora, tal vez menos, saltamos por un camino que se abre paso entre la maraña de los árboles. »A cada instante creemos percibir el ruido de las aguas.... Nos apeamos del coche.... Llevando la vista hacia el fondo distante, la vimos; allí está siempre, no hace ruido; nos deja suspensos; es como una larga loma azulosa y nevada que se desmoronara sin cesar y armoniosamente sobre otro volumen líquido que rueda con silenciosa majestad hasta perderse en el abismo. Hierven las espumas, primero blancas y hacia el fondo amarillentas; son como dos o tres planos de agua que caen; por encima está la claridad de los cielos, por todo alrededor los verdes de la selva. Sólo después de un instante de mirar se da uno cuenta de que hay algo inmenso que se está cayendo, que lleva siglos de estar cayendo, y se tiene la impresión de una continua y melodiosa catástrofe.... »Pasado el primer asombro, los guías nos aconsejan que aprovechemos la luz de la tarde para dar un paseo a pie por una especie de parque natural y agreste que queda, barranco abajo, por enfrente de las caídas.... Comenzamos a cruzar por entre árboles de talla, entre bambúes, palmeras y arbustos. Saltando sobre el cauce de un sinnúmero de pequeñas corrientes, atravesando otras más anchas en puentes improvisados con maderas, vemos correr chorros, canales y ríos de aguas que se disgregan un tanto para verterse por los desfiladeros de la gran barranca, en donde cada cuerda líquida agrega su trino y su iris a la sinfonía de las masas que caen. »... Faldeamos el barranco en descenso, hasta que llegamos a la base misma del salto Bossetti.... Más allá... se miran las aguas del San Martín, partidas en una sucesión de cascadas que se quiebran en dos niveles y caen a plomo alrededor de un vasto anfiteatro. Los chorros remedan en determinados sitios un inmenso órgano de tubos líquidos y de armonías celestiales.» ¡No cabe duda de que esta magistral descripción de José Vasconcelos, eximio prosista y Ministro de Educación de México, es una de las más hermosas que jamás se haya escrito acerca de una de las maravillas de la naturaleza creadas por Dios! De veras vale la pena leer la crónica completa del viaje en su obra La raza cósmica. ¿Acaso cuando publicó esas elocuentes palabras en 1925 pudo haberse imaginado que sus herederos culturales aún disfrutaríamos de ellas en pleno siglo veintiuno? «Hay momentos en que se siente que todo es palabrerío —reflexionó Vasconcelos luego de haber visto las Cataratas del Iguazú—... Sin embargo, hay dentro de mí una dicha infinita por haber contemplado en su esencia las grandes palabras sagradas: naturaleza, virtud, fuerza, belleza, amor.» Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net José Vasconcelos, los años del águila, 1920-1925: educación, cultura e iberoamericanismo en el México postrevolucionarioTextos: Una antología generalDe la raza cósmica

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«Porque siempre me guardé»

7/31/2025
En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Tengo veintinueve años. Llevaba varios meses en un noviazgo y teníamos planes de casarnos... pero mi novio confesó que ya ha tenido relaciones sexuales. Eso es algo muy importante para mí porque siempre me guardé, así que decidí terminar la relación. ¿Cómo puedo saber si tomé una buena decisión?» Este es el consejo que le dio mi esposa: »Estimada amiga: »Antes que nada, la felicitamos por mantener su pureza. Sabemos que no debe haber sido fácil y que ha tenido que estar muy decidida para lograrlo. Usted no lo dice, pero suponemos que su relación con Dios es lo que ha influido en que se haya mantenido firme. »Nos resulta imposible contestar su pregunta en cuanto a si tomó la decisión acertada o no debido a que no hay pautas bíblicas que corresponden a su situación en particular. Por supuesto, no hay duda de que usted ha seguido el plan de Dios sobre la pureza antes del matrimonio, a diferencia de su exnovio. Pero ese no es el único factor pertinente para considerar. »Es encomiable que su exnovio haya sido sincero con usted a pesar de saber que el serlo pudiera poner en peligro el noviazgo. El valor y la franqueza que él demostró bien pudieran ser señales de que ha cambiado desde que sostuvo relaciones con esa otra mujer. Es posible que él haya reconocido ese pecado y le haya pedido a Dios que lo perdonara. De ser así, entonces sabemos que Dios lo perdonó, pues el apóstol Juan nos enseñó que si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad, como si nunca hubiéramos pecado. »Si su exnovio en realidad fue sincero al pedir y recibir el perdón de Dios, entonces ese es un ejemplo de cómo puede usted perdonarlo también. Sin embargo, el hecho de perdonarlo no quiere decir que deba casarse con él. Si usted se da cuenta de que es capaz de perdonar pero no de olvidar, entonces es mejor no seguir con el noviazgo. »¿Cómo puede usted entonces saber si él está sinceramente arrepentido y ha cambiado de modo que no es el mismo de antes? Afortunadamente, hay una manera fácil de comprobarlo. Cuando estaban ustedes juntos, ¿alguna vez trató él de mostrarle afecto de una manera que usted consideró inapropiada o dudosa? ¿Alguna vez tuvo usted que decirle que dejara de hacer algo que la hacía sentirse molesta? Si no fue así, eso indica que se portó como un caballero, por lo que puede estar segura de que sí cambió como resultado del perdón que recibió de parte de Dios, y que él resolvió no volver a cometer el mismo error. »Por el contrario, si usted siempre tenía que mantenerse en guardia cuando estaba con él, y si parecía que él no valoraba su pureza, entonces es posible que él se arrepintió momentáneamente y que en realidad no cambió. De ser así, eso tendría mucha importancia.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 853. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«El estruendo de tus cataratas»

7/30/2025
«El 31 de enero de 1542, el gobernador llegó con su gente a un río que se llama Iguazú, luego de andar ocho jornadas... sin hallar ningún lugar poblado de indígenas. El río Iguazú, que corre del este al oeste, es el primero que pasaron al principio... cuando salieron de la costa del Brasil.... Allí le informaron al gobernador que a los portugueses que Martín Alfonso de Sosa había enviado a descubrir aquella tierra, algunos indígenas los habían matado mientras cruzaban en canoas entre el río Paraná y el río Iguazú. Y le avisaron que ahora los estaban aguardando a ellos para atacarlos y matarlos también cuando cruzaran el río. »Por eso el gobernador... se embarcó con ochenta hombres en unas canoas que compró de los indígenas de la región, y navegó río abajo por el Iguazú hasta el Paraná, habiendo mandado que el resto de la gente y los caballos se fueran por tierra y que se encontraran con él en la ribera del río Paraná. Resultó que la corriente del río Iguazú comenzó a arrastrar las canoas con mucha furia, ya que muy cerca de donde se embarcó, el río da un salto por unas rocas muy altas, y el agua cae con tanta fuerza que el sonido del golpe se oye desde muy lejos y la espuma del agua se eleva a una altura de más de dos lanzas. Por eso el gobernador juzgó necesario que salieran de las canoas, las sacaran del agua y las llevaran por tierra hasta pasar el salto. Les tocó llevarlas en hombros más de media legua, pasando muy grandes trabajos. »Salvado aquel mal paso, volvieron a meter en el agua las canoas y siguieron río abajo hasta que llegaron al río Paraná. Gracias a Dios, la gente y los caballos que iban por tierra, así como el gobernador y la gente que iba con él en las canoas, llegaron al mismo tiempo. En la ribera del río estaba esperándolos un gran número de indígenas guaraníes. Pintados de muchas maneras y colores, estaban cubiertos de plumas de papagayos y almagrados. Parecían todo un escuadrón con sus arcos y sus flechas en las manos.... El modo en que llegó el gobernador con su gente les infundió temor... y muchos de los indígenas les ayudaron a cruzar el río. A pesar de lo ancho, lo profundo y lo torrentoso que era el río Paraná por la parte en que lo cruzaron, toda la gente y sus caballos, en balsas hechas juntando las canoas de dos en dos, lograron cruzarlo en el espacio de dos horas, salvo un hombre que se ahogó cuando se volcó la canoa en que iba y se lo llevó la corriente.» Fue así como el gobernador de Río de la Plata, el explorador español Álvar Núñez Cabeza de Vaca, descubrió aquel día esa maravilla de la naturaleza que son las Cataratas del Iguazú. Pero ¿por qué se le honra a don Álvar Núñez como el descubridor de las cataratas? ¿Será porque quienes ya las conocían no estaban en condiciones de darlas a conocer al mundo, como lo hizo el escribano español Pero Hernández, secretario del explorador? ¿O será más bien porque aquellos indígenas temían que otros las explotarían y arruinarían si supieran de su esplendor y su grandeza? No dejemos que nos suceda lo mismo a nosotros con relación al Creador de aquellas cataratas. Aclamemos a Dios a oídos del mundo, como lo hicieron los salmistas de Israel: «Señor mi Dios, tú eres grandioso; te has revestido de gloria y majestad.... Tú haces que los manantiales viertan sus aguas en las cañadas, y que fluyan entre las montañas.» «Un abismo llama a otro abismo, con el estruendo de tus cataratas...» Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net ComentariosEl Libro del Pueblo de Dios

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«Me preocupa el estado psicológico de mis hijas»

7/29/2025
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» en nuestro sitio www.conciencia.net. Lo hizo de manera anónima, como pedimos que se haga; así que, a pesar de que nunca se lo había contado a nadie, nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: « Mi esposa [y yo] tenemos tres niñas de catorce, doce y nueve años, las cuales se quejan de que la madre, cuando yo no estoy en casa, las maltrata física y verbalmente. Pero [ellas me piden que] no le diga nada a la mamá porque, cuando yo no esté, ella se encargará de castigarlas.... »No sé qué hacer. He pensado en dejarla a ella sola e irme con mis hijas, pero no sé si es la mejor solución.... Me preocupa el estado psicológico de mis hijas, porque crecerán con ese problema de no querer contarle a nadie lo que pasa cuando yo no estoy en casa.» Este es el consejo que le dimos: «Estimado amigo: »¡Lo felicitamos por tener una relación tan estrecha con sus hijas! Es formidable que ellas se sientan a gusto contándole a usted sus ideas y sus secretos. Ese tipo de relación con ellas es muy positivo para el bienestar psicológico de ellas. »En cambio, la relación que usted tiene con su esposa no parece ser muy estrecha. El hecho de que usted haya considerado dejarla indica que ustedes dos tienen otros conflictos en su relación y que su matrimonio no es como ustedes quisieran que fuera. »Nos es muy difícil aconsejarle en cuanto a su situación específica porque tenemos preguntas que no podemos hacerle. Las dos preguntas más importantes que debe hacerse a sí mismo son si sus tres hijas siempre están de acuerdo con respecto a los pormenores que le cuentan a usted, y si las tres sienten la misma preocupación por la manera en que las trata la madre.... A pesar de que tal vez sus hijas nunca le mentirían a usted, sus percepciones de los hechos pudieran ser muy poco realistas, y sus actitudes pudieran influir en lo que recuerdan de lo sucedido. Si son totalmente consecuentes sus versiones de los hechos, y si las tres parecen estar igual de preocupadas, entonces es importante que usted tome las medidas pertinentes. »Estas son algunas medidas que puede considerar: Vuelva a casa sorpresivamente a diferentes horas del día. Si eso le es imposible, entonces trate de que un familiar cercano o un amigo vaya a su casa sin previo aviso. Piense en una razón por la que un amigo o familiar diferente se aloje algunos días o algunas semanas en su casa. Cualquier adulto en el que usted confíe puede servir de testigo que corrobore lo que está ocurriendo.... »¿Lo maltrata a usted verbalmente su esposa? ¿A veces pierde ella los estribos? ¿Se porta ella de un modo consecuente con lo que le cuentan sus hijas? De ser así, usted puede hablar con ella acerca de esos problemas sin tener que revelar el secreto de las niñas. Y pueden consultar juntos a un consejero profesional para tratar acerca de los problemas en su matrimonio (comenzando con la mala comunicación y la desconfianza) como también acerca de la preocupación que usted siente por la conducta de ella. »Pídale a Dios que le dé la sabiduría que necesita para resolver este problema como también los otros problemas de su vida. »Le deseamos lo mejor, »Linda y Carlos Rey.» El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo pulsar el enlace en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego el enlace que dice: «Caso 129». Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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La voluntad de Dios y de los pueblos

7/28/2025
(Día de la Proclama de Independencia del Perú) Tan pronto como ocupó Lima, el General en Jefe del Ejército Libertador del Perú, don José de San Martín, reunió a Cabildo Abierto. Los notables de la ciudad allí presentes suscribieron el Acta de la Independencia del Perú que, en resumen, decía: «En la Ciudad de los Reyes, el quince de julio de mil ochocientos veintiuno... Todos los señores concurrentes, por sí y satisfechos de la opinión de los habitantes de la capital, dijeron: Que la voluntad general está decidida por la independencia del Perú de la dominación española y de cualquiera otra extranjera....» Trece días después, el 28 de julio de 1821, convocado el pueblo peruano [aquí] en la Plaza Mayor de Lima, que desde aquel entonces se conoce también como la Plaza de Armas, don José de San Martín pronunció las siguientes palabras con las que proclamó la independencia del Perú: «El Perú es, desde este momento, libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa, que Dios defiende. ¡Viva la patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la independencia!» El 6 de agosto, un patriota argentino que llegó al grado de brigadier, amigo y paisano de San Martín, reseñó los acontecimientos de ese histórico día. En una carta a su esposa Pilar Spano, don Tomás Guido escribió: «El 28 del mes anterior se juró en esta capital la Independencia del Perú. No he visto en América un concurso ni más lucido ni más numeroso. Las aclamaciones eran un eco continuado de todo el pueblo.... Yo fui uno de los que pasearon ese día el estandarte del Perú independiente.... Jamás podría premio alguno ser más lisonjero para mí, que ver enarbolado el estandarte de la libertad en el centro de la ciudad más importante de esta parte de América, cumpliendo el objeto de nuestros trabajos en la campaña....» Según el historiador peruano Jorge Basadre, el objetivo de la campaña por la independencia al que se refiere Guido se resume en las palabras simbólicas de San Martín, palabras que marcan un hito histórico, pues anuncian el principio de «la voluntad de los pueblos». San Martín, el libertador que luchó por nuestra libertad física temporal, tenía toda la razón: los pueblos, en general, quieren ser libres. Y Dios defiende la justicia de esa causa porque nos creó con libre albedrío. Pero eso quiere decir que podemos optar por rechazar la independencia del dominio del pecado que ganó para nosotros su Hijo Jesucristo, el Libertador que luchó por nuestra libertad espiritual eterna. Más vale que, por los méritos de Cristo, hagamos nuestra esa victoria, de modo que podamos proclamar con la misma convicción que tenía San Martín al proclamar la independencia peruana: «Yo, desde este momento, soy libre espiritualmente por mi propia voluntad y por la voluntad de Dios. ¡Viva la independencia del dominio del pecado! ¡Viva la libertad espiritual! ¡Viva la patria celestial!» Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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7/26/2025
«Yo maldije a mi hija mayor» En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Hace veinte años mi esposo se quedó sin trabajo, y estábamos pasando mucha necesidad. Teníamos tres hijos. La mayor tenía dos años, la segunda uno, y el bebé recién nacido. Yo entré en una etapa depresiva. Mis hijos eran muy inquietos y [exigentes], y en un momento de ira yo maldije a mi hija mayor. »Desde entonces me he sentido atormentada porque pienso que no hay perdón para mí y que mi hija va a estar bajo maldición toda su vida. ¡Por favor, necesito saber qué hacer!» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »Su hija mayor debe ya tener veintidós años, y sin embargo usted no se refiere a ella como una mujer adulta. ¿Acaso está sufriendo ella problemas en su vida que le han hecho pensar a usted que es a causa de haberla maldecido hace dos décadas? Suponemos que esto es lo que usted cree, ya que nos ha pedido ayuda. »Es importante que comprenda que hay distintas clases de maldiciones. Hay un tipo de maldición que se da cuando una persona insulta a otra. Las palabras sólo tienen poder al recibirlas la persona. Por ejemplo, si una persona insulta a otra, pero la otra no habla el mismo idioma, entonces esas palabras no tienen poder. En cambio, si la otra persona sí habla el mismo idioma, entonces las palabras pueden hacer que sienta temor o se sienta ofendida. »Hay una segunda clase de maldición que se daba comúnmente en los tiempos bíblicos del Antiguo Testamento. Esa clase de maldición equivalía por lo general a un castigo. Cuando Dios maldijo a Caín, el hijo de Adán y Eva, por haber matado a su hermano Abel, era lo mismo que decir que Dios castigó a Caín por el homicidio que había cometido. »Hay un tercer tipo de maldición que se encuentra también en el Antiguo Testamento. Es el deseo de que le vaya mal a otra persona. Puede incluso ser un deseo que forma parte de una oración dirigida a Dios. Todas las oraciones imprecatorias que hizo el rey David contra sus enemigos en el libro de los Salmos en la Biblia corresponden a esa clase de maldición. Sin embargo, Dios no está obligado a hacer que se cumplan esos deseos, aun cuando se hayan pedido en oración. »Hay un cuarto tipo de maldición que invoca el poder sobrenatural de Satanás. Las religiones que derivan su poder de Satanás tienen seguidores que acostumbran maldecir a los demás. En la Biblia, con frecuencia a esas personas se les llamaba hechiceras, brujas, pitonisas y adivinas. Quienes han dedicado su vida a Dios no tienen que preocuparse de ser maldecidas por tales personas, ya que a su familia Dios la protege de malvados poderes sobrenaturales. »Cuando usted dice que maldijo a su hija hace veinte años, ¿estaba invocando a Satanás para maldecirla sobrenaturalmente? ¿O estaba usted simplemente abrumada por el estrés de tener tres hijos pequeños y las palabras que pronunció se debían más bien al enojo y a la frustración que estaba sintiendo? Dios la perdonará por esa ira y por las palabras que dijo estando enojada. Y a no ser que haya invocado a Satanás, esas palabras no han ejercido poder sobrenatural alguno sobre su hija.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 733. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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Padres que están en las nubes

7/25/2025
(Antevíspera del Día del Padre en la República Dominicana) ¡Qué imponente se veía él en el horizonte! Desde su envidiable posición en el cielo, divisó el hermoso cuerpo de una mujer. Como se le antojó hacerlo, dejó que cayera una gota de agua sobre aquel cuerpo femenino, y se alejó flotando en busca de otras aventuras. Pasaron nueve meses, y la mujer dio a luz mellizos. Éstos no le ofrecieron mayor problema hasta que crecieron y le preguntaron quién era su padre. —­Mañana por la mañana —les dijo ella—, miren hacia el oriente. Allá lo verán, erguido en el cielo como una torre. Una vez que creyeron haberlo reconocido en la distancia, los mellizos atravesaron tierra y cielo hasta llegar al lugar donde se encontraba. Pero él, acostumbrado a tales peregrinaciones, les exigió pruebas de que eran hijos suyos. Uno de ellos lanzó a la tierra un relámpago, y el otro un trueno, pero no lograron convencerlo hasta que atravesaron una inundación y salieron intactos. Eso era para él prueba concluyente de su paternidad, así que les hizo un lugar a su lado, acomodándolos entre sus numerosos hermanos y sobrinos. Y a partir de ese día Nube permitió que los mellizos lo llamaran papá. Con esa leyenda indígena del Nuevo Mundo se identificaban plenamente los conquistadores españoles que lo descubrieron. ¡Quién sabe cuántos hijos ilegítimos habrán dejado abandonados ellos en las muchas tierras a las que su sed de aventura los había llevado! Esos hijos también crecerían, y llegarían a saber que eran los primeros niños mestizos abandonados de América. Sobra decir que sus egoístas padres españoles debieron haberlos criado y cristianizado, sobre todo si se tiene en cuenta que ésa era una de las razones más contundentes que daban para justificar la Conquista. De haber sido así, a esos niños se les pudiera haber instruido en cuanto a lo que la Biblia dice acerca del Creador. «Dios hizo la tierra con su poder, afirmó el mundo con su sabiduría, ¡extendió los cielos con su inteligencia! —exclama el profeta Jeremías—. Cuando él deja oír su voz, rugen las aguas en los cielos; hace que vengan las nubes desde los confines de la tierra.» De haber conocido ese pasaje bíblico, cualquiera de aquellos niños abandonados hubiera anhelado que Dios tratara a los padres de familia con el mismo rigor con que trata el firmamento, es decir, que los obligara a ser hombres responsables, caballeros de honor, con entereza de carácter. Pero, de haber conocido el resto de las Sagradas Escrituras, esos niños desamparados habrían sabido que, si bien Dios jamás nos obliga a que nos portemos como es debido, Él ha hecho lo máximo por acercarse a nosotros. Por eso el nombre con que se dio a conocer cuando vino al mundo para salvarnos es Emanuel, que quiere decir: «Dios con nosotros». Y por eso, como última medida antes de volver al cielo, prometió estar con nosotros siempre, ¡hasta el fin del mundo! Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Memoria del fuego I: Los nacimientos

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«El Cometa Cubano»

7/24/2025
(Aniversario de la Inducción de Orestes «Minnie» Miñoso al Salón de la Fama del Béisbol) Saturnino Orestes Armas Arrieta Miñoso, «conocido por Minnie y El Cometa Cubano, nació... en la finca La Lonja, de Perico, Matanzas [en Cuba]... donde... aprendió a jugar pelota... [pues allí]... se jugaba fuerte al béisbol —escribe el avezado cronista deportivo pinareño Juan Antonio Martínez de Osaba y Goenaga en un artículo titulado “Minnie Miñoso... un cometa incapturable”—. En el estadio del Cerro [en La Habana]... en la radio se oía este estribillo por la orquesta de Enrique Jorrín: “Cuando Miñoso batea, verdad, la bola baila [hasta] el cha-cha-chá.”» El profesor Osaba luego relata: «Mi tío Ramón Goenaga me contó: “Más de seis décadas atrás, cuando nadie sabía quién era, lo veía [yo] cortando caña y marabú, descalzo, para el central España. Como... muchacho... [Miñoso] soñó que un día sería estelar, y lo logró. Pocos cubanos llevaron tan alto el deporte de las bolas y los strikes antes de 1959. Quizás ninguno haya sido más popular ni longevo.”» De ahí que uno de los lectores de ese artículo en Internet comentara que su papá, que siempre hablaba de Miñoso, le había contado esta anécdota de la década de 1950: “En un partido [en La Habana cuando] su equipo estaba perdiendo... y [le] tocaba batear a Miñoso... el dueño de la agencia de autos ‘Ambar Motors’... gritó [desde las gradas]: ‘¡Miñoso, si la botas y ganas el juego, ve por Ambar Motors y llévate el carro que más te guste!’... y así fue. Al otro día, antes de comenzar el partido, ¡Orestes Miñoso entró al terreno de juego en un flamante convertible, dándole vueltas al terreno entre el aplauso cerrado del público!” »... En 1976, en la doble función de mánager-jugador con [el equipo mexicano] Puerto Vallarta, se produjo un hecho sin precedentes en la pelota organizada cuando él y su hijo Orestes Jr. dispararon jonrones consecutivos en el juego final del playoff para la victoria del conjunto. »... Su nombre está en el Salón de la Fama del equipo [de los Medias Blancas de Chicago], su número se encuentra retirado, y en el estadio aparece una estatua con su figura.... En el 2005 lo exaltaron al [Pabellón] de la Fama del Caribe.» Por fin electo póstumamente al Salón de la Fama del Béisbol en 2022, su placa lo describe así: «Electrizante jardinero izquierdo de Cuba que abrió el camino a seguir para generaciones de peloteros latinos como el primer afroamericano hispano que logró jugar en la Liga Americana o la Liga Nacional. Elevó al equipo de los Cubanos de Nueva York de la Liga Negra Nacional al Campeonato de 1947 antes de encender los ánimos de la Liga Americana como corredor de base y bateador oportuno por los Medias Blancas “Go-Go” [de Chicago].... Fue líder de la Liga Americana tres veces en bases robadas y en triples, a la vez que seleccionado en nueve Juegos de Estrellas y ganador de tres Guantes de Oro. Volvió a jugar con los Medias Blancas y así prolongó por cinco décadas su carrera en las Grandes Ligas. A lo largo de 20 temporadas en las Ligas Mayores, acumuló un promedio de bateo de .299 con 195 cuadrangulares, 216 bases robadas y un porcentaje de embasamiento de .387.» Quiera Dios que cada uno de nosotros pueda decir al final de nuestra carrera, al igual que Miñoso cuando su número 9 fue retirado por los Medias Blancas en Chicago: «Entiendo que he cumplido bien mi misión con la ayuda de Dios.» Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Cubadebate

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La estrella cubana de la Gran Maquinaria Roja

7/23/2025
(Aniversario de la Inducción de Tony Pérez al Salón de la Fama del Béisbol) Atanasio Pérez Rigal nació en el antiguo Central Violeta en la provincia de Camagüey, Cuba. En 1960, ya cumplidos los diecisiete años, dejó su trabajo en una fábrica de azúcar de La Habana para jugar por los Sugar Kings (Reyes del Azúcar) de la Liga Internacional de Béisbol. Como el dueño de aquel equipo, Bobby Maduro, tenía vínculos con los Rojos de Cincinnati, el cazatalentos de los Rojos, Tony Pacheco, logró que Pérez firmara un contrato de ligas menores con ellos que sólo incluía el costo de la visa y del vuelo a los Estados Unidos. Resultó ser un negocio más que sustancioso para los Rojos, ya que Tony Pérez llegaría a ser uno de los peloteros más diestros en hacer contacto con el punto dulce del bate, es decir, una de las estrellas que más carreras produciría para la «Gran Maquinaria Roja» de Cincinnati en la década de 1970. Por su parte, Pérez se sintió más que satisfecho cuando pegó el cuadrangular con que desempató el Juego de Estrellas de 1967 en la decimoquinta entrada. Ese batazo, que lo convirtió en el Jugador más Valioso de aquel Juego de Estrellas más largo hasta entonces, no sólo le dio la victoria a la Liga Nacional por 2-1 sobre la Liga Americana, sino también fue contra el lanzador Jim «Catfish» Hunter, futuro miembro del Salón de la Fama del Béisbol, y frente a los grandes jugadores puertorriqueños Roberto Clemente y Orlando «Peruchín» Cepeda, dos de los primeros seis hispanos que llegarían a ser así mismo miembros del Salón de la Fama. «No hay nada mejor que eso para un pelotero latino —comentó posteriormente Tony Pérez, quien estaba entonces jugando en su tercera temporada completa en las Grandes Ligas—. Ese jonrón... [con] Clemente y Cepeda felicitándome... es el momento en que sentí que de verdad había llegado.» Lo cierto es que Pérez mismo, en el año 2000, habría de ser el séptimo hispano en ingresar al Salón de la Fama. Sus 1652 carreras impulsadas en el transcurso de sus 20 años en las Grandes Ligas, con más de cien en siete de esas temporadas; sus nueve temporadas en que pegó al menos 20 cuadrangulares de sus 379 en total; sus siete intervenciones en Juegos de Estrellas; y sus cinco participaciones en la Serie Mundial con dos victorias, y con tres cuadrangulares contra los Medias Rojas de Boston en 1975, entre ellos un jonrón de dos carreras en la victoria de los Rojos por 4-3 en el Juego 7, lo habían hecho más que merecedor de semejante honor. «No puede uno determinar su destino —declaró Pérez en una entrevista sobre su carrera—. Pero estoy muy feliz de que todo haya sucedido de esta manera.» Gracias a Dios, es Él quien determina nuestro destino. Pues para quienes lo amamos, Él no sólo dispone todo para nuestro bien, sino también ya ha decidido que seamos semejantes a su Hijo Jesucristo, porque desde el principio Dios ha querido que su Hijo sea el mayor entre muchos hermanos. Más vale entonces que determinemos nosotros formar parte de su familia, permitiendo que nos adopte como hijos suyos. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Cubadebate

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«Pero yo sí te veo»

7/22/2025
Estaba ardiendo una casa. Todos se habían salvado, excepto un niño que se encontraba en el segundo piso. La escalera estaba en llamas y llena de humo. No había salida sino por la ventana. —¡Papá, papá! ¿Cómo voy a escapar? —gritó el niño. —¡Aquí estoy —le gritó a su vez el padre—; déjate caer, que te recibiré en mis brazos! ¡Tírate, Carlitos, que yo te recibiré! Carlos salió a gatas por la ventana, pero allí quedó atrapado porque tenía miedo. Sabía que era muy largo el trecho hasta la calle. —¡Suéltate, déjate caer! —le gritó el padre. —No puedo verte, papá. —Pero yo sí te veo. Aquí estoy. Ten confianza. Suéltate, que yo te salvaré. —Tengo miedo de caer. —¡Suéltate, tírate! —gritaban otras voces—. Tu padre te recibirá con toda seguridad. No tengas miedo. Al fin, acordándose de la fuerza y del amor de su padre, el niño recobró la confianza y se dejó caer. Segundos después, se halló sano y salvo en los brazos de su padre. En el Sermón del Monte, después del padrenuestro en que nos enseña a orar, Jesucristo, el Hijo de Dios, refuerza con una comparación esa relación de padre e hijo que tenemos con el Padre celestial. «¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? —dice a modo de interrogación retórica—. Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos —concluye Cristo—, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!» Ese poder y ese deseo de Dios de darnos a nosotros sus hijos lo que le pidamos con tal que nos convenga se remonta a los tiempos en que los salmistas de Israel representaban implícitamente al Señor su Dios como el Padre celestial que, en los momentos de mayor ansiedad, sabe cuidar perfectamente a sus hijos. Uno de los más citados de esos salmos, que bien pudo haberle infundido aliento tanto a Carlos como a su padre en la anécdota, es el Salmo 121. Dice así: A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra. No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida. Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel. El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre. Gracias a Dios, cuando estamos pasando por una prueba, ya sea una calamidad como un incendio, o una crisis moral o financiera, o una enfermedad grave o mortal, podemos acudir a Él como nuestro Padre celestial al igual que el salmista de Israel, confiados de que Él sí nos ve aunque nosotros no podamos verlo a Él, y que nos protegerá y nos cuidará «desde ahora y para siempre». Amén. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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La lealtad, la intuición y la enfermería del perro

7/21/2025
(Día Mundial del Perro) «“Lo protagonizó un perro que, durante la batalla, esquivó las embestidas de los caballos y los sablazos de los combatientes, pero siempre se mantuvo [detrás] de quien era su amo.”» Así comienza a contar el Arequipeño Ilustre del Bicentenario Gabriel Valdivia —en su artículo sobre la «Batalla de Junín: 199 años después» publicado en El Peruano, Diario Oficial del Bicentenario— una de las anécdotas del historiador y capitán del Ejército Peruano Jaime M. Taype Castillo. «“Al finalizar la batalla, [el general patriota William] Miller se percató de que a varios metros aullaba el perro junto al cadáver de un oficial español. Apenado por la tristeza del animal, ordenó a sus soldados que lo atraparan, pero el can siempre lograba escapar para luego volver al lado de su amo”», sigue relatando el historiador Taype. «Fue un grupo de húsares peruanos el que logró atraparlo, convirtiéndolo luego en la mascota del regimiento, tarea que lograron con alimentos y muestras de cariño. Así culminó la [Batalla de Junín] que, junto con la Batalla de Ayacucho, confirmaron la Independencia del Perú y del resto de América», concluye el doctor Valdivia. Esos mismos soldados del regimiento «Húsares del Perú» eran los que habían sorprendido la caballería virreinal y habían hecho que se retiraran atropelladamente los jinetes del general español José de Canterac, logrando así la victoria para los patriotas, por lo que el general Simón Bolívar decidió cambiar su nombre por el de regimiento «Húsares de Junín». «¿Qué sirviente está más apegado a su dueño que un perro? ¿Qué compañero más fiel? ¿Qué guardián más insobornable? ¿Qué vigilante nocturno más desvelado? Y ¿qué vengador o defensor más perseverante?» Eso lo escribió el escritor agronómico hispano de la Antigua Roma llamado Columela con relación a los perros mascotas del primer siglo. Y por si eso fuera poco, el profesor e investigador Justin David Strong declara que, además de los conocidos roles de cazador, ovejero, pastor, guardián y compañero doméstico, el perro tenía fama de ser el médico del reino animal. Por ejemplo, los escritores de antaño observaron que el perro sabe que debe elevar la pierna si está herida, sabe qué plantas comer para inducir el vómito si ha comido algo que le ha hecho daño, sabe que debe sacarse del cuerpo las espinas, y sabe lamerse las heridas para que permanezcan limpias y así se sanen más rápido. De ahí que el doctor Strong afirme que los oyentes de Jesucristo en el primer siglo, al escucharle decir, en la famosa parábola del rico y Lázaro, que los perros le lamían las llagas al pobre Lázaro, percibieron ese acto como una señal de compasión de parte de los perros. Es decir, comprendieron que aquellos perros lo habían estado cuidando como si fueran sus enfermeros. Si bien el rol del perro como médico principal del reino animal pudiera parecernos novedoso, los diversos roles del perro en el mundo actual tienen un pedigrí muy antiguo —concluye el profesor Strong—, mostrándonos mediante este ejemplo que tenemos más en común con los oyentes de aquella época que lo que nos habíamos imaginado. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net El PeruanoBiblical Archaeological Society

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«Mi papá me decía que no servía para nada»

7/19/2025
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «A veces siento que debiera terminar con mi vida. Cuando era niño, mi papá siempre me decía que no servía para nada.... Cada vez que intentaba estar cerca de él, terminaba yéndome a llorar porque se enojaba mucho conmigo. Sentía que me odiaba. »Ahora tengo veinticinco años, y él ya cambió... pero no puedo borrar de mi mente su mirada enojada.... »Estudié y me gradué, pero aun así siento que no valgo nada.... Sé que soy mayor de edad, pero a veces quisiera un consuelo, o que alguien me diga que sí sirvo para algo y que sí sé hacer cosas importantes.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »¡Mentiras! ¡Puras mentiras! ¡Usted ha escuchado esas mentiras tantas veces que ha llegado a creerlas! Y se han apoderado de sus pensamientos y han estropeado sus emociones. Usted está atrapado en una prisión de mentiras, y no ha logrado salir de ella. »Esto no es culpa suya. Usted no hizo nada para merecerlo. No podemos decirle por qué su papá le hizo esto, pero sí podemos decirle que no tuvo nada que ver con el hombre que es usted. Tenía que ver más bien con el hombre que es él. Las palabras y las miradas enojadas que él le dirigió demostraban fallas en él y no ninguna falla de parte de usted. »Sería maravilloso si pudiéramos simplemente entregarle a usted la llave de la prisión en que se encuentra y decirle que abra la puerta y salga. Sin embargo, su padre trastornó la imagen fundamental que usted tiene de sí mismo, y no hay llave alguna que pueda abrir ese cerrojo. Usted necesita un terapeuta profesional que lo ayude a llegar al fondo de todas las mentiras y examinarlas una a una. »Mientras tanto, sí le tenemos buenas noticias para ayudarle a comenzar. El apóstol Pablo enseñó que “somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica”. ¿Se da cuenta? Usted no es como una colección de huesos y piel producidos en masa que no sirven para nada. Por el contrario, es como un valioso tesoro que Dios hizo a mano para que haga cosas buenas en calidad de representante suyo en este mundo. »El padre de usted era todo lo opuesto a nuestro Padre celestial. “Yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma nuestro Padre celestial—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” Y luego nuestro Padre celestial nos dice cómo tener esa esperanza y ese futuro. “Ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé —nos asegura—. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón.” »¡Dios lo ama! A los ojos de Él, usted es un tesoro. Pídale en oración que le muestre cómo reconocer todas las mentiras que usted ha creído y que le enseñe la verdad.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 732. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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Sesenta sábanas hacia la libertad

7/18/2025
Se necesitó bastante paciencia hacer nudo tras nudo. También hizo falta paciencia para juntar habilidosamente tantas sábanas, sobre todo en ese lugar tan vigilado. Pero el hombre coleccionó sesenta sábanas e hizo ciento veinte nudos. Y deslizándose por esa cuerda de sábanas, bajó catorce pisos. Una hora después de su hazaña, Ahmad Shelton, de veintiséis años de edad, llamó por teléfono al periódico «Los Ángeles Times» y dijo: «Gracias por las sábanas. Sirvieron para escaparme. Se las dejé a la policía.» Quién sabe cómo logró conseguirlas del periódico, pero ahora que había escapado, las devolvía. Cuando lo arrestaron en la sección de investigación de robos y lo detuvieron en la Comisaría de policía de Los Ángeles, California, batió un récord mundial. Nunca nadie antes se había escapado de una cárcel anudando semejante cantidad de sábanas: ¡nada menos que sesenta! Así había descendido catorce pisos hasta poner los pies en el suelo. Si bien precisó de sesenta sábanas para conseguir la libertad de aquella cárcel, ¿cuántas sábanas más habría necesitado Ahmad Shelton para lograr una libertad absoluta? Para una libertad completa no habría necesitado sábanas, pero sí le habrían hecho falta por lo menos sesenta páginas de descargos escritos por un buen abogado. Habría necesitado sesenta días para pensar bien cómo responderles a los jueces cuando lo volvieran a arrestar, o sesenta mil dólares para contratar al mejor abogado posible, y sesenta años para pensar seriamente en los delitos de su vida. Sin embargo, ni con todo eso habría encontrado aquel joven la verdadera libertad. Porque la libertad verdadera —libertad de vicios arraigados, libertad de remordimiento de conciencia y libertad de pecados—, sólo se encuentra en el perdón de Cristo. Ahmad podría pasar sesenta años haciendo penitencia, o seiscientos años vagando como alma en pena, o convertido en un fantasma que habita en castillos medievales. Podría derramar sesenta litros de lágrimas, o flagelarse sesenta veces con sesenta escorpiones, pero con todo eso no lograría la libertad del delito del alma, que es el pecado. Estar libre de una cárcel de piedra y de cemento, de celdas y de rejas, de guardias y de jueces, no garantiza la libertad. Podemos estar fuera de una cárcel y sin embargo ser los reos más presos del mundo. La cárcel más cerrada que existe es la del pecado. Y de ésa sólo Cristo nos libra. Sesenta sábanas darán libertad de alguna celda, pero sólo Cristo puede dar libertad del pecado. Él quiere ser nuestro Libertador. Hermano Pablo Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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Recaídas en hábitos destructivos

7/17/2025
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Desde la infancia mis padres me han inculcado el evangelio, pero viví una vida descarriada en drogas, alcohol y sexo. »Hace cuatro años, acepté a Cristo como mi Salvador, pero he tenido recaídas con las cosas que acabo de mencionar. Me siento mal y me autocritico por no guardar la santidad. »Tengo ya más de un año que no he probado ninguna droga.... Quiero ser un auténtico e íntegro seguidor de Cristo.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Nos alegra que haya sido franco con nosotros. Comprendemos que es difícil revelar sus propias faltas, pero debido a que lo ha hecho, creemos que usted es un sincero seguidor de Cristo. »Los que, por el contrario, ocultan y niegan sus faltas espirituales son más propensos a caer en la hipocresía. Por eso le recomendamos que tenga consejeros espirituales que sepan acerca de las luchas que usted está afrontando y estén dispuestos a ayudarlo en su vida espiritual. »Los seguidores de Cristo no son perfectos. Los Evangelios nos revelan que los discípulos de Cristo, quienes vivieron y trabajaron a su lado todos los días durante la vida terrenal de Él, no siguieron, con frecuencia, el ejemplo que Él les dio de la actitud y la conducta que debían tener. No obstante, Él los escogió y los acompañó a lo largo del camino, plenamente consciente de que nunca serían perfectos como Él. »El problema es el pecado. Como seres humanos, nacimos en pecado. Lo heredamos de nuestros antepasados, y lo tenemos por naturaleza. A pesar de que sus padres estaban tratando de enseñarle cómo seguir a Cristo, la naturaleza humana suya se rebeló en contra de las enseñanzas de ellos y optó más bien por las drogas, el alcohol y el sexo. Nadie tuvo que enseñarle a usted esas cosas porque su naturaleza humana no dejaba de impulsarlo en la dirección equivocada. »Todo seguidor de Cristo que es sincero sostiene una lucha para vencer la tentación de pecar. Hay varios factores de los que depende que tenga o no tenga éxito. En primer lugar, como ya hemos mencionado, es sumamente importante que busque a seguidores de Cristo que tengan madurez espiritual y sepan acerca de las luchas que usted está librando, y a quienes pueda contarles con absoluta franqueza cada vez que lo venza la tentación. »En segundo lugar, le recomendamos que estudie los casos en la Biblia y tome nota... de los pecados que cometieron... Adán... Abraham... Jacob... Moisés... y el rey David.... Lo que [los] convirtió en [héroes bíblicos]... fue el hecho de que se arrepintieron de sus pecados, recibieron el perdón de parte de Dios, y comenzaron de nuevo, tratando de mejorar cada vez más. »Por último, le recomendamos que se mantenga alejado de lugares y de personas que hacen que se sienta tentado. Haga un plan para cultivar nuevas amistades y nuevos hábitos, y pase tanto tiempo haciendo lo correcto que no tenga muchas oportunidades para hacer lo indebido.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo puede leerse con sólo ingresar en el sitio www.conciencia.net y pulsar la pestaña que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 852. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«Como si fuera la bella durmiente»

7/16/2025
(Aniversario de la Muerte de Celia Cruz) El 16 de julio de 2003, «Celia dejó para siempre su lucha contra el tumor canceroso que le invadió el cerebro.... Dios fue con Celia como ella fue con el mundo. Le concedió una muerte como si fuera la bella durmiente», atestigua Omer Pardillo-Cid en su epílogo a la autobiografía de Celia Cruz titulada: Celia: Mi vida. «Celia salió de su casa rumbo a la funeraria... escoltada por la policía de Nueva York.... En el barrio Washington Heights, en el cual la mayoría de la población es de procedencia dominicana... se extendía... una multitud, con flores en mano, llorando y tratando de tocar el carro mientras pasaba.... Lo mismo sucedió al pasar por el barrio de Harlem. De igual manera, los afroamericanos rindieron sus respetos y su propio homenaje a la diva cubana.... »Mientras tanto, en Miami todo se preparaba para recibir por última vez a su reina.... [quien] el viernes 18 arribó al Aeropuerto Internacional de Miami.... [Desde allí] su cortejo fúnebre la transportó... hasta la Torre de la Libertad.... [Las autoridades municipales determinaron que el día siguiente] el sistema de transporte público [transportaría]... a cualquier persona... hasta la Torre sin costo alguno.... »Para las tres de la tarde [del sábado] la cantidad de personas en fila para despedirse de Celia había superado las 250 mil.... Miles [no pudieron] entrar.... La cantidad de gente que se congregó [a lo largo de la calle Biscayne Boulevard para verla pasar] fue tan grande que el tráfico se paralizó por todo el centro de Miami y sus alrededores.... [En la Torre, se preparó el cadáver] para su partida final hacia Nueva York, donde sería sepultado.... »Llegó la mañana del 22, con lluvias y un fuerte calor. Sin embargo... la gente comenzó a llegar a la funeraria [neoyorquina]... desde las cinco de la madrugada y siguió de esa manera hasta las once de la noche [por orden del gobernador].... [La funeraria calculó que por sus puertas pasaron más de cien mil personas.] »Al día siguiente... una carroza blanca tirada por un par de caballos blancos... la [transportaron]... por toda la Quinta Avenida, [donde] miles y miles de personas congregadas en las aceras... fueron testigos de la solemne marcha [a pesar de] la lluvia [que] volvió a caer... acompañada por truenos y relámpagos... hasta la Catedral de San Patricio.... »[En la homilía de la misa] se nos recordó a todos los congregados —sigue narrando Omer Pardillo— que el “azúcar” [de Celia] “quedó derretida en el café de su pueblo”.... [En el cementerio] más de diez mil personas esperaban para despedirla [en] la lluvia, [que] continuó con fuerza.... »¿Quién iba a pensar —pregunta Omer retóricamente— que esa pobre negrita, nacida en el humilde barrio de Santos Suárez [en La Habana], llegaría, al fin de su vida, a andar en una carroza tirada por caballos blancos, como si fuera un cuento de hadas, y paralizar a la capital del mundo?» Tal vez lo único que valga la pena añadir a este fabuloso cuento sea que, para los que hayan envidiado a Celia, el apóstol Pedro aconseja que seamos humildes y nos sometamos al poder de Dios para que, a su debido tiempo, Dios mismo nos exalte, tratándonos como a gente importante. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Celia: Mi vida

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«Tomé la decisión de sacarlo de la casa»

7/15/2025
En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Traje a vivir conmigo a mi madre, a un hermano y a un sobrino, con la condición de que estos últimos debían trabajar. No iban a pagar arriendo por un tiempo, pero debían ser productivos. Mi sobrino estudia..., pero descubrimos que... tenía malas amistades, y por último lo vimos consumiendo drogas. Tomé la decisión de sacarlo de la casa, pues supe que no era la primera vez que lo hacía.... Mi hermano también debe irse, pues no trabaja ni quiere hacer nada. »¿Estoy obrando mal? ¿Qué debo hacer ante esta situación familiar?» Este es el consejo que le dimos: »Estimada amiga: «La situación en la que se encuentra usted la tienen familias de todas las comunidades, ciudades y naciones del mundo. Las familias se componen de personas que se aman, y hay muchas maneras que hallan para poner a prueba esa relación afectuosa. »La mayoría de los padres les enseñan a sus hijos a cuidar y a proteger a sus hermanos. Muchos niños crecen sabiendo que son sus hermanos quienes los comprenden mejor que nadie, ya que han vivido juntos. Cuando hay vicios o maltrato de parte de los padres, los hermanos a veces forman vínculos aún más fuertes debido a que tienen que cooperar para sobrevivir. »Sin embargo, cuando los hermanos crecen y llegan a la edad adulta, las reglas de conducta son diferentes. Los hermanos no tienen la responsabilidad de hacerse cargo los unos de los otros cuando todos están sanos y tienen una capacidad intelectual normal. Si bien es amable y amoroso ayudar a un hermano necesitado, no es una obligación hacerlo. Es más, cuando los hermanos se ayudan demasiado, eso puede resultar en una dependencia poco saludable y puede fomentar una conducta irresponsable. »Usted ha tratado bondadosamente de ayudar a su hermano y a su sobrino. Y usted estableció pautas prudentes con relación a su futura participación y ayuda en la vida de ellos. Pero ninguno de ellos ha correspondido debidamente, así que ya es hora de despedirse de ellos sin nada de sentimiento de culpa ni remordimiento alguno. Usted hizo lo que le correspondía y mucho más. »Es probable que su hermano trate de hacer que usted se sienta culpable por sacarlo de la casa. Tal vez su mamá esté de acuerdo con él o la presione a usted para que cambie de parecer. Y los tres pudieran hasta confabularse contra usted. Sin embargo, debe tener presente que, aunque usted esté en la minoría, eso no quiere decir que ellos tengan razón. »El sabio Salomón nos puso el ejemplo de la hormiga para describir lo diligentes que debemos ser al esforzarnos por proveer para nosotros mismos y prepararnos para el futuro. Su hermano y su sobrino deben hacerle caso y seguir ese consejo. Al tener que salir de su casa, (tarde o temprano) pudieran verse obligados a ser más responsables. »La felicitamos por su corazón amoroso y su conducta generosa. Recuerde que el obligar a su hermano y a su sobrino a que sean más responsables es también un acto de amor y de bondad. »Le deseamos lo mejor, »Linda y Carlos Rey.» Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa el enlace en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego el enlace que dice: «Caso 128». Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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