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Un Mensaje a la Conciencia

Christian Talk

Populares programas de 4 minutos que comienzan con una anécdota o historia y terminan con una aplicación moral y espiritual. Se han transmitido de lunes a sábado durante más de 40 años. Actualmente se difunden más de 4 mil veces al día en 30 países en la radio, la televisión y la prensa, y ahora via Internet en Conciencia.net.

Location:

Costa Mesa, CA

Description:

Populares programas de 4 minutos que comienzan con una anécdota o historia y terminan con una aplicación moral y espiritual. Se han transmitido de lunes a sábado durante más de 40 años. Actualmente se difunden más de 4 mil veces al día en 30 países en la radio, la televisión y la prensa, y ahora via Internet en Conciencia.net.

Language:

Spanish

Contact:

Asociación Hermano Pablo Box 100 Costa Mesa, CA 92628 9499227501


Episodes
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«Mi novio me echa la culpa de todo»

1/11/2025
En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Hace como dos meses y medio conocí a mi novio, y todo era muy lindo. Pero su actitud cambió repentinamente, y desde entonces me ha tratado muy mal. Me dijo que iba a cambiar, pero ahora... me echa la culpa de todo lo que pasa, aun cuando yo considero que no he hecho nada malo. Quiero entenderlo porque lo quiero.... Quisiera que me dieran un consejo de cómo actuar para hacerle entender a él que está procediendo mal.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »Lamentamos lo que le está sucediendo. Sin embargo, usted nos está pidiendo algo imposible.... No hay palabras mágicas, ni estrategias ni fórmulas secretas que consigan que su novio cambie, a menos que y hasta que sea él quien esté pidiendo el consejo. Cada vez que usted le diga que él necesita cambiar, él rechazará la sugerencia y le echará la culpa por no aceptarlo tal como él es. A juicio de él, usted tendrá la culpa de que él no es feliz. »En nuestro cerebro, inconscientemente sostenemos un diálogo con nosotros mismos acerca de todo lo que ocurre. En realidad, algunas cosas simplemente suceden, y nadie tiene la culpa, pero los que tienen una frágil autoestima culpan a los demás antes de que alguien pueda culparlos a ellos. En todo lo que ocurre, determinan si ellos mismos tienen o no tienen la culpa, y no conciben que a veces nadie la tenga. Con frecuencia no están dispuestos a reconocer que la culpa la tienen ellos sino hasta después de un conflicto de monto mayor, y aun cuando eso suceda, no hacen más que sentir lástima de sí mismos. Por consiguiente, alguna otra persona debe tener la culpa de todo lo que les sucede. »Dicen: “Me resbalé y caí; es obvio que alguien dejó algo resbaladizo en el piso.” “Se me olvidó que tenía una reunión importante; alguien me distrajo.” ... “Se me perdió mi teléfono móvil; alguien debió de habérmelo quitado.”... »En sólo diez semanas, usted ha llegado a ser la responsable de todo lo malo que le sucede a su novio. Para él es muy conveniente siempre saber que usted tiene la culpa de todo. Eso a él le está dando buenos resultados, así que no espere que cambie. »¿Recuerda a Adán y Eva, las primeras personas a las que Dios creó? Cuando Dios le preguntó a Adán por qué comió la fruta prohibida, Adán estaba listo con la respuesta. Dijo: “La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.” Con eso Adán estaba diciendo: “Señor, si tú no me hubieras dado por compañera a esta mujer, yo no habría pecado. En realidad, la culpa la tienes tú, Señor.” »Usted dice que ama a su novio, pero él hace que se sienta infeliz y frustrada en vez de hacer que se sienta feliz y apreciada. Si usted opta por quedarse con él, debe esperar sentirse infeliz y frustrada por el resto de su vida.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo se puede leer si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 705. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«Para llegar tan lejos»

1/10/2025
(Antevíspera del Aniversario 101 de La Sonora Matancera) «Parecía como si el cielo me estuviera bendiciendo con tantos premios y reconocimientos que se me dieron. Cada vez que recibía un honor, me preguntaba lo mismo que me pregunté la primera vez que subí al escenario del teatro Olympia en París», declara Celia Cruz en su autobiografía titulada Celia: Mi vida. Pero, antes de dar a conocer lo que la famosísima cantante se preguntó en aquella ocasión, ¿por qué no hacemos un breve repaso de los premios y reconocimientos que recibió en el transcurso de su carrera artística? Comencemos con aquellos denominados premios: Premio de Honor del Alcalde de Nueva York por Artes y Cultura; Premio Mujeres Hispanas Triunfadoras del gobernador de Nueva York; Premio Don Quijote del Consejo de la Herencia Hispana en Miami; Premio por Logros en su Trayectoria Artística de parte de la Institución Smithsonian; Premio a la Excelencia de parte de la cadena Univisión y Billboard; Premio Éxito de Vida de la Universidad de Panamá con beca artística en nombre suyo; Premio Gaviota de Plata en el Festival de Viña del Mar, Chile; y por si todos esos premios fueran poco, 3 Premios Grammy y 11 nominaciones más para el Grammy; y 4 Grammys Latino y 3 nominaciones más para el Grammy Latino. Pasemos ahora a los reconocimientos, que constan de medallas, condecoraciones, estrellas, doctorados, nombramientos, membresías, homenajes, honores y logros: Medalla Presidencial de las Artes del presidente Bill Clinton; Medalla de Honor de la presidencia de la República de Colombia; Medalla de Sebastián de Belalcázar en Cali, Colombia; Condecoración Pewter Apple de la Ciudad de Nueva York; Estrella en la Calle Ocho de Miami; Estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood; Doctorado de Honor de la Universidad Internacional de la Florida; Doctorado de Honor de la Universidad de Miami; Doctorado de Honor de la Universidad Yale; calle nombrada Celia Cruz Way en el Festival de la Calle Ocho en Miami; nombre grabado en la pared del Madison Square Garden en Nueva York; Reconocimiento Camino de la Fama del Teatro Jackie Gleason de Artes Escénicas en Miami Beach; Día de Celia Cruz celebrado en Nueva York y en San Francisco, California; reproducción de cera en el Museo de Cera en Hollywood; Salón de la Fama de la Revista Billboard; primera afrolatina en aparecer en una moneda estadounidense; y, para completar, el 3 de marzo de 1987, en Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, ¡impuso récord mundial con 240 mil personas en un concierto al aire libre! Ante semejante lista, lo que se preguntaba Celia era: «¿Cómo hizo una negrita de Santos Suárez [en La Habana] para llegar tan lejos?» A lo que respondía: «Dios es el que hace que todo sea posible. Todo esto ha sido cosa suya, no mía.» Ahora bien, si la diva Celia Cruz tuvo en su corazón responder con tal modestia, con mayor razón cada uno de nosotros debe pensar de sí mismo con moderación, como recomienda San Pablo, y reconocer que Dios «brinda su ayuda a los humildes», como afirma Santiago. Pues él luego nos aconseja: «Sean humildes delante del Señor, y Él los premiará.» Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Celia: Mi vidaGrammy AwardsLatin GrammysLatin Recording AcademyThe San Diego Union-Tribune

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«Mejor llegar tarde que no llegar»

1/9/2025
(12 de enero: Aniversario 101 de La Sonora Matancera) «Los últimos días de una vida suelen ser los más dramáticos y desconcertantes. La gente no sólo piensa en la partida final como algo que sella la cronología, sino como algo que [le] permite comprender los múltiples milagros que se manifiestan en el transcurso de una vida. Y así es cuando se trata de Celia Cruz.» Con esa reflexión comienza la escritora mexicana Ana Cristina Reymundo el prólogo a la autobiografía titulada Celia: Mi vida, que es el fruto de más de 500 horas de entrevistas que le hizo a la famosa cantante. «Celia nació en la isla de Cuba, donde la música es tan necesaria como el aire que se respira, pero nada en sus antecedentes vislumbraba su grandeza —continúa Reymundo—. Sin embargo, en el seno de ese hogar, en ese rincón de La Habana de antaño, [se forjó] su destino estelar. Su canto fue su pasaporte al mundo, y con él le llevó al mundo el cariñoso abrazo de su querida Cuba natal.... »... Nuestros caminos se [cruzaron en el año 2002] en Nueva York —cuenta la coautora mexicana—. Para entonces, yo era una escritora con entrevista pautada con la legendaria cantante. Llegó la hora de la entrevista y la Reina de la Salsa no llegaba. La puntualidad es una de las muchas cualidades que distinguen a Celia Cruz.... De repente llegó la diva, acompañada por su esposo —de quien nunca se separaba—, y su representante, Omer Pardillo. “Chica, perdóname por haber llegado tan tarde [—se disculpó—]. Yo sé que tu tiempo es tan valioso como el mío. A pesar de que he tenido un día complicado, decidí mejor llegar tarde que no llegar.” ... »... [Más tarde,] tras un par de cortinas... Omer me [explicó] que Celia estaba enferma... que la demora se debía a una serie de análisis que le habían hecho a Celia ese mismo día, y que a las seis de la mañana del próximo día ingresaría en el hospital... [y] me pidió que orara por ella.... En sólo doce horas Celia estaría en el quirófano, luchando por su vida, lo cual [ninguno de nosotros] hubiera adivinado.... »... Conforme la fui conociendo... [en los momentos en que se despedía de su vida mortal, su corazón] se fue abriendo [ante mí] como los pétalos de una flor... mientras me contaba la historia de su vida.» En enero de 2012, el historiador y bloguero mexicano Ramón Carrillo entrevistó a Ana Cristina Reymundo y le preguntó acerca de la experiencia de haber pasado más de 500 horas conociendo a fondo a Celia Cruz. Ella respondió: «Aprendí de [Celia] mucho sobre cómo puede ser de cercana y tierna una vida entre un hombre y una mujer. Aprendí también cómo debe ser un artista de agradecido con su público sin permitir que... le robe su vida interior o personal. Finalmente... pude ver lo que es en verdad [vivir] el momento... presente.... Fue una mujer llena de gracia y sabiduría.» Quiera Dios que también nosotros aprendamos de Celia a poner en práctica las enseñanzas de Jesucristo de no preocuparnos por el mañana y de ser agradecidos con quien le debemos gratitud, como también a esforzarnos por seguir el ejemplo que Él nos dejó, desde su niñez, de crecer en gracia y sabiduría. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Celia: Mi vidaMis Entrevistas

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«No he podido dejar de pecar»

1/8/2025
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: « Soy un joven de veinticuatro años. Hace aproximadamente dos años y medio empecé a seguir a Jesucristo, pero no he podido dejar de pecar. Me siento muy triste porque no quiero ser más una persona inconstante. Me siento deprimido, y no sé qué hacer porque cada vez que peco me siento muy mal. Quiero saber cómo acercarme más a Dios. Quiero ser honesto, ser una persona intachable. No quiero ser más una mala persona.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »... Lo felicitamos por reconocer su pecado y desear ser libre del control que ejerce sobre su vida. Lo cierto es que todos somos tentados y todos pecamos. De modo que usted no es muy diferente a los demás.... »La Biblia contiene tantas referencias al pecado que sería imposible citarlas todas. Por eso nos limitaremos a sólo una cita bíblica. Dice así: “Si afirmamos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso y su palabra no está en nosotros.” La persona a la que se refiere esta cita es Dios. Así que afirmar que no hemos pecado es lo mismo que llamar mentiroso a Dios.... » Todos los seguidores de Cristo tenemos que confesar a Dios continuamente el pecado que hemos cometido, ya sea en el pensamiento o en la acción.... Sin embargo, hay diferencias notables en los tipos de confesiones que hacen las personas. Nuestras pequeñas nietas están dispuestas a decir rápidamente: “¡Perdón!” aunque no sea sino sólo porque esperan que esa palabra las saque del problema. Si le confesamos algo a Dios de esa manera, con la motivación de salir del problema, es probable que volvamos a pecar porque nuestra confesión no ha sido acompañada de arrepentimiento sincero. »Por el contrario, hay una confesión que sí procede de un arrepentimiento sincero. Cuando Dios ve que estamos genuinamente arrepentidos, no sólo nos perdona sino que también nos acerca más a su presencia. Y cuando disfrutamos de esa relación más estrecha, eso nos impulsa a estar más resueltos a evitar los desvíos que nos llevan hacia el pecado. »Usted ha sido creado a la imagen de Dios, así que el tomar malas decisiones no lo convierte en una mala persona. Si usted piensa que lo es, está negando la eficacia de lo que Dios ya ha hecho en su vida y negando también que Dios lo ha perdonado del pecado cometido en el pasado. El ser seguidor de Cristo significa que la meta es seguirlo activamente, acercándose cada vez más a Él con el paso de los días, las semanas, los meses y los años.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo puede leerse con sólo pulsar la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 824. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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El origen de las calamidades

1/7/2025
Era la noche del 9 de marzo de 1687. Acababan de recogerse en sus lechos los moradores de Santafé de Bogotá. De repente los hizo saltar de la cama un sonido retumbante que salía de las entrañas de la tierra. Cundió el pánico. Volvió a rugir el suelo subterráneo y los santafereños salieron a los patios. Cuando bramó por tercera vez, se volcaron en masa a la calle, lanzando alaridos y suplicándole a Dios misericordia. Tan seguros estaban de que se trataba de la ira divina que buscaron asilo en la iglesia más cercana, rogaron por el perdón de sus pecados y prometieron lealtad incondicional con tal de salir de allí con vida. Los gemidos de los aterrorizados feligreses no hicieron sino provocar el llanto de los niños y los aullidos de los perros. Cuando por fin cesó el estruendo, los espantados habitantes de Santafé volvieron en fúnebre procesión a sus hogares, como cadáveres que se dirigen al féretro, pero no volvieron a descansar en paz. Al contrario, pasaron largos meses en los que cualquier ruido nocturno les ponía los pelos de punta. Si bien fue desmedida la reacción del pueblo, la de su máximo dirigente fue descomedida. A la hora de la verdad, el presidente Don Gil de Cabrera y Dávalos no titubeó en atribuir aquel aparatoso ruido a una temible invasión extranjera que constaba de bombas, obuses y otras piezas de artillería, intensificadas por disparos de arcabuces y mosquetes y el redoble de tambores. Convencido de que iba a librarse una batalla campal, movilizó a la guarnición de la ciudad bajo la luz de las antorchas. Afortunadamente, no hubo que disparar ni un solo proyectil. No fue sino hasta que se había calmado del todo el temor colectivo, que se supo que aquello que los súbditos consideraron la manifestación de la ira de Dios, y el máximo mandatario una aplastante invasión luterana, no era más que el eco de un terremoto cuyo epicentro estuvo en el sur, a gran distancia de la tranquila ciudad colonial de Santafé. Este capítulo de la obra Sucedió en una calle, escrita por el cronista colombiano Alfredo Iriarte, nos lleva a reflexionar sobre el origen de las calamidades. Lo cierto es que los fenómenos naturales, como los terremotos, no provienen necesariamente ni de Dios ni del diablo. Más bien, Dios permite que se desaten esas fuerzas naturales —que tienen explicaciones científicas— para que concentremos nuestra atención en las cosas de arriba y no en las de abajo. Él sabe que si nos concentramos en la tierra, que es inestable y temporal, no descansaremos en paz ni en ella ni en el cielo eterno que nos ha preparado. En cambio, si nos concentramos en el cielo, no tendremos nada que temer, aunque se desmorone la tierra, porque Dios será «nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia.» Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Sucedió en una calle

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«Ni quito ni pongo rey»

1/6/2025
(Día de los Reyes) Cuenta la historia, a modo de leyenda, que sucedió en las cercanías del Castillo de Montiel, en la Ciudad Real de España, el 23 de marzo de 1369. Dentro de la tienda de campaña del capitán francés Beltrán du Guesclin se encontraron Pedro I el Cruel (también llamado el Justiciero) y su hermanastro Enrique de Trastámara, conocido como el Bastardo. El encuentro entre los dos pretendientes al trono de Castilla culminó cuerpo a cuerpo, trabados en una lucha a muerte. En el curso de la pelea Pedro derribó a Enrique y desenfundó su espada para matarlo, pero en eso intervino Beltrán, que era comandante en jefe de las llamadas Compañías Blancas que servían los intereses de Enrique. Sin más ni más aquel mercenario francés sujetó a don Pedro para que su rival Enrique pudiera apuñalarlo, no sin antes pronunciar las palabras que llegarían a ser famosas: «Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor.» Gracias a la ayuda del francés Beltrán du Guesclin, Enrique de Trastámara degolló a su hermanastro y así llegó a ser nombrado rey con el nombre de Enrique II. La historia habría de recordarlo como «el de las Mercedes» debido a los muchos favores que les concedió a los miembros de su camarilla. De ahí el refrán que dice: «Ni quito ni pongo rey», que se limita a la primera parte de la frase histórica de la que procede. En tono cínico, el dicho se emplea para expresar la necesidad que se tiene para ayudar o favorecer a una persona, cualesquiera que sean el motivo y las consecuencias de tal ayuda. Eso mismo pudo haberle dicho al rey Herodes cualquiera de los tres sabios del Oriente, a quienes la tradición llama reyes magos, si hubiera tenido que explicarle sus acciones al malvado monarca después de adorar al Niño Dios. Lo cierto es que los sabios llegaron a Jerusalén y se enteraron en la corte de Herodes de que el futuro rey de los judíos había de nacer en Belén de Judea. Pero los reyes magos no volvieron a Jerusalén para avisarle a Herodes que habían encontrado al niño Jesús, tal como él les había pedido, porque se les había advertido en sueños de que no lo hicieran, sino que regresaran a su tierra por otro camino. Cuando Herodes se dio cuenta de lo sucedido, mandó matar a todos los niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores, a fin de asegurarse de eliminar al tal aspirante al trono. Pero un ángel del Señor ya se le había aparecido en sueños a José, el padre de Jesús, y le había advertido que debía huir a Egipto porque Herodes iba a buscar al niño para matarlo. Fue así como se frustraron los planes del rey de Judea, y se llevaron a cabo los planes del Rey del universo. Los sabios del Oriente ni quitaron ni pusieron rey, pero ayudaron a su señor, el Señor de señores. Tal parece que ellos contemplaron lo que no llegaron a comprender ni Herodes al principio ni Pilato al final de la vida de ese niño: que el reino de aquel rey de los judíos no era de este mundo, ya que Jesucristo no había venido al mundo para imponer su voluntad y reinar sobre un trono, sino para reinar en el corazón de todo el que voluntariamente lo coronara rey de su vida. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Del hecho al dichoDichos y frases hechasDel dicho al hecho

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Viuda víctima de maltrato lo repite con esposo e hijos

1/4/2025
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Siendo divorciado, me casé con una mujer viuda, con dos hijos que acepté como si fueran míos.... Ella había sido maltratada por su madre y su antiguo esposo, y ese maltrato lo repitió con sus hijos.... También a mí comenzó a tratarme como si yo fuera su tercer hijo, hasta el punto de llegar al maltrato físico y verbal.... »Siempre me amenazaba que se iba a ir de la casa, y lo hizo finalmente llevándose todo.... Se fue junto con sus hijos. »A pesar de todo, la sigo amando.... ¿Qué debo hacer?» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Muchas personas no están al tanto de casos de mujeres que maltratan al esposo, así que el caso suyo pudiera llevarlas a preguntarse si usted está contándonos acertadamente todo lo que sucedió. Bien pudieran pensar que los hombres siempre son más grandes y más fuertes que las mujeres, o que usted está exagerando la seriedad de lo ocurrido. Sin embargo, para lograr nuestro objetivo vamos a dar por sentado que todo lo que nos está contando es acertado. »Siempre les aconsejamos a quienes nos consultan que tomen medidas para protegerse, sea quien sea la persona que les causa peligro.... El hecho de que ella se fue pudo haberle salvado a usted la vida. »Cuando a un hombre lo maltrata físicamente una mujer, él tiene que esforzarse por practicar el dominio propio. Si contraataca, cualquiera, por lo general, supondrá que él es el agresor. Pero si no se defiende, pudiera sufrir heridas. Si sujeta con fuerza a la mujer a fin de protegerse, bien pudiera causarle moretones que darían la impresión de que él es el agresor. »Cuando yo era niña, vi a mi mamá, que era una mujer pequeña, atacar a mi papá, que era mucho más grande que ella, en ocasiones en que los dos estaban ebrios. Ella se volvía muy agresiva, mientras que él sólo quería dormirse. Los efectos del alcohol anulaban del todo el hecho de que él era mucho más grande y fuerte. Afortunadamente, ella nunca llegó a herirlo de gravedad, pero sí se divorciaron cuando yo tenía diez años. »Usted pregunta qué debe hacer ahora. Basados en los principios bíblicos que sostenemos, preferimos aconsejarle lo que no debe hacer. No suponga que su esposa se ha ido para siempre. Y ni siquiera considere tener relaciones sentimentales con otras mujeres. Recuerde que prometió serle fiel a su esposa, y a no ser o hasta que ella se divorcie de usted, esos votos siguen vigentes. »En vez de rumiar sobre sus propios problemas, entréguele su situación a Dios y pídale que lo guíe en esta nueva etapa de su vida. Permita que su amor divino lo colme y le dé un nuevo propósito en la vida.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo se puede leer si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 704. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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Cien muertos de alcohol

1/3/2025
El fin de semana llegó como siempre, alegre y bullicioso, al poblado de Baroda, estado de Gujarat, India. Las prostitutas salieron a ejercer su oficio, y los salones de bailes se llenaron de bailarines. Gujarat es el único estado de la India donde se prohíbe la venta de bebidas alcohólicas. Ese sábado por la tarde 251 personas habían sido hospitalizadas, y de ellas murieron paralizadas cien. Otras veinticinco quedaron ciegas, y el resto gravemente enfermas. ¿Cuál era la causa? Tres irresponsables habían vendido clandestinamente licor hecho en las casas con alcohol metílico, un veneno mortal. El fin de semana dejó de ser alegre para volverse trágico. Los habitantes de Baroda, India, pueblo que ya había tenido tres veces tragedias de esta clase, habían bebido licor hecho con veneno. En realidad, toda bebida alcohólica es veneno. No todas están hechas con alcohol metílico, pero todas tienen su pequeña o gran dosis de tóxico, que va adormeciendo y entorpeciendo la mente, y convirtiendo al bebedor en un individuo de capacidad disminuida. La propaganda comercial de licores puede ser muy elegante, muy bien preparada, realizada por expertos del arte; pero los hospitales, las cárceles, los manicomios y los cementerios cuentan una historia muy distinta. Allí no hay placer ni delicias como las mencionadas por la propaganda, sino vómito, sangre, locura, idiotez y muerte. ¿Somos víctimas del alcohol? No tratemos de ocultar nuestra esclavitud. ¿Podemos pasar una semana sin beber? ¿Lo hemos tratado? Muchas veces lo que decimos poder hacer es una cosa y lo que realmente podemos hacer es otra. Seamos sinceros. ¿Podemos de veras pasar una semana sin beber alcohol? Si la respuesta es negativa, necesitamos ayuda. Hay un grupo llamado Alcohólicos Anónimos que ayuda a las personas esclavizadas por el alcohol. Para reforzar esa ayuda con algo que puede cambiar todo nuestro ser, tenemos que invitar a Cristo a que sea el Rey y Señor de nuestra vida. Hermano Pablo Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«Esa hija de mi esposo es mal educada, y él no la corrige»

1/2/2025
En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: « Tengo tres años y nueve meses de casada. Mi esposo tiene dos hijas de una relación... [anterior]. La mamá de él le ayudaba con la hija mayor y[, antes de casarnos,] la hija pequeña se la dejó a la mamá de la niña. Pero cuando nos casamos, él se llevó [a la menor] a vivir con nosotros. La niña tenía nueve años. »[Esa hija que vive con nosotros] es mal educada y hace lo que quiere, y él no la corrige. Ya no puedo más con esta situación.... No quiero seguir con el matrimonio.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »Su situación nos entristece mucho. Si antes de casarse nos hubiera contado sus planes, le habríamos dado el mismo consejo que les hemos ofrecido a muchas otras personas. Casarse con alguien que tiene hijos viviendo consigo es como firmar un contrato para realizar el trabajo más difícil del mundo.... »... Es obvio que es mejor para el hijo o la hija que tenga una relación con ambos de sus padres biológicos a no ser que haya abuso o adopción de por medio. Pero la existencia del otro padre o de la otra madre crea una dinámica en la relación que al nuevo cónyuge casi siempre le resultará difícil de manejar. »La mayoría de los niños percibirán que el nuevo cónyuge es un intruso culpable de destruir a su familia biológica. Un hijo o una hija bien puede hacerle la vida imposible al cónyuge a propósito, o hacerlo sin ninguna mala intención. Y el conflicto con frecuencia se torna en una competencia para probar si el padre o la madre ama más al cónyuge o al hijo o a la hija. »Los adultos que tienen madurez saben que el amor sentimental y el amor paterno o materno no son mutuamente excluyentes. Es posible amar al cónyuge plenamente y amar de igual manera al hijo o a la hija. Pero esto no tiene sentido para el hijo o la hija. Cada cual preside en el hogar como un pequeño juez que nunca deja de emitir juicios a su favor. De modo que el nuevo cónyuge siempre tiene todas las de perder. »Los hijos se sienten totalmente justificados cuando tratan mal al cónyuge o cuando se niegan a obedecer las reglas de la casa. Se la pasan diciendo cosas para hacer que el padre o la madre que tiene la custodia se sienta culpable por haberlos puesto en semejante situación, así que, a su vez, esa culpabilidad hace que el padre o la madre no discipline a los hijos como lo haría en otras circunstancias. »No hay ninguna solución fácil. Lo que sí recomendamos es consejería profesional para tratar de salvar el matrimonio. Además, le aconsejamos que cultive una relación personal con Dios. Él puede darle la fortaleza, la perseverancia y la sabiduría que usted necesita.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo puede leerse con sólo ingresar en el sitio www.conciencia.net y pulsar la pestaña que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 823. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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Afloje el paso

1/1/2025
¿Ha visto a los niños dando vueltas en un carrusel? ¿O ha escuchado a la lluvia salpicando en el andén? ¿Ha seguido el vuelo de las mariposas, o ha contemplado el sol en su ocaso y en su gloria? ¿Por qué no afloja el paso y aminora la marcha? El tiempo es corto, ¿para qué tanta prisa? ¿Se pregunta por qué siempre anda apresurado y por qué nunca escucha respuesta a sus saludos? Y al final del día en la cama acostado, ¿piensa en mil tareas que acabar no ha logrado? ¿Por qué no afloja el paso y aminora la marcha? El tiempo es corto, ¿para qué tanta prisa? ¿Le ha dicho a su hijo: «Lo haremos mañana», sin haber advertido su innegable tristeza? ¿Ha dejado que cese una hermosa amistad por no dedicarle tiempo y cordialidad? ¿Por qué no afloja el paso y aminora la marcha? El tiempo es corto, ¿para qué tanta prisa? Cuando aprieta el paso para llegar más pronto, no es tan divertido como ir poco a poco. Si su vida es tan sólo un constante ajetreo, resulta un buen regalo tirado al basurero. La vida no se debe llevar a toda prisa. Hay que oler el perfume de la flor y la brisa Este poema, traducido y adaptado del inglés, fue compuesto por el psicólogo David Weatherford y publicado originalmente en 1991. Lamentablemente se le ha enviado por correo electrónico a millares de personas alrededor del mundo como si fuera de un autor desconocido. Según el mensaje que ha acompañado al poema, así se había de cumplir el último deseo de una niña que estaba muriendo de cáncer. Presuntamente ella había pedido que se le enviara a cuantos fuera posible, para motivarlos a que aprovecharan la vida al máximo, ya que ella no podría hacerlo. Con el transcurso del tiempo, al final del mensaje comenzó a aparecer el nombre y el teléfono de un profesor de una universidad de Nueva York. ¡Cuál no sería la sorpresa de los que llamaron a ese teléfono y escucharon un mensaje grabado que decía: «Si usted está llamando con relación al mensaje por correo electrónico, sepa que es falso y que el nombre del profesor se adjuntó inadvertidamente a dicho mensaje»! La verdad es que, aunque ese mensaje preciso careciera de fundamento, hay miles de niños como la niña del mensaje, inocentes víctimas mortales de un mal que los aflige que, si les fuera posible, harían circular tal poema. Porque a pesar de la mentira, el poema no deja de ser cierto, y hoy más que nunca necesitamos seguir el consejo que nos da. Al fin y al cabo, como dijo Jesucristo, por mucho que nos afanemos no podemos añadir una sola hora al curso de nuestra vida. En cambio, si nos afanamos mucho, se hará realidad en nosotros la sentencia del refrán que dice: «Quien de prisa vive, de prisa muere.» Por eso más vale que sigamos el consejo del poema, que se resume en este último refrán: «Vete al monte algún buen día, que Dios da de balde su perfumería.» Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Refranero general ideológico español

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El fin del mundo

12/31/2024
Esta sería la última oportunidad, así que había que aprovecharla. Uno de ellos derrochó en una sola parranda corrida los ahorros de varias generaciones de su familia. Otros insultaron a quienes hacía tiempo habían querido ofender, y besaron a quienes por muchos años habían deseado manifestarles su amor. Pero todos acabaron confesándose. Tantos hubo que el sacerdote del pueblo tuvo que atenderlos por orden de prioridad. Primero confesó a las embarazadas, porque contaban por dos, luego a las que acababan de dar a luz, y así sucesivamente. El pobre párroco pasó tres días y tres noches clavado en el confesionario, hasta que cayó desmayado bajo el peso de los pecados de su pueblo. Después de mucho hacerse esperar, llegó la medianoche del último día del siglo diecinueve y la gente se dispuso a bien morir. Nadie dudó de que había llegado el fin del mundo. Sin respirar, con los ojos cerrados y los dientes apretados, todos los habitantes del pueblo de San José de Gracia escucharon, una tras otra, las doce campanadas de la iglesia, convencidos de que la última anunciaría el fin. ¿A qué se debió la exagerada actitud de aquellas personas? El historiador uruguayo Eduardo Galeano nos da a entender que era porque creían en la ira de Dios, que se había ido acumulando desde la fundación del mun­do. Pero luego comenta que «los habitantes de San José de Gracia continúan en las mismas casas, viviendo o sobreviviendo entre las mismas montañas del centro de México, para desilusión de las beatas, que esperaban el Paraíso, y para alivio de los pecadores, que encuentran que este pueblito no está tan mal, al fin y al cabo, si se compara» con otros. Lo triste es que, si comparáramos a nuestros pueblos en la actualidad, concluiríamos que abundan las personas que andan mal porque le temen a Dios sin conocerlo. San Juan afirma que Dios es amor, y que nos ha manifestado ese amor precisamente para que en el día del juicio podamos comparecer ante Él con toda confianza. Y luego nos explica que en el amor no hay temor, sino que el amor de Dios echa fuera el temor. De modo que, para evitar temerle a su castigo, hace falta que nos apropiemos de su amor. ¿No será por ese amor que Dios no ha acabado con el mundo pecador de una vez por todas? Después de citar a los que se burlan de Dios alegando que nada ha cambiado desde el principio de la creación, San Pedro nos explica que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. Por lo tanto, no es que Él se esté tardando, sino que tiene paciencia con nosotros, «porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan». Más vale que aprovechemos esa paciencia y nos arrepintamos. Mientras haya tiempo, correspondámosle a su amor para que así, venga cuando venga, estemos preparados para el fin del mundo. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Pueblo en vilo: microhistoria de San José de GraciaMemoria del fuego III: El siglo del viento

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«Mi hijastro necesita del amor de su padre»

12/30/2024
En este mensaje tratamos el caso de una mujer que «descargó su conciencia» en nuestro sitio www.conciencia.net. Lo hizo de manera anónima, como pedimos que se haga; así que, a pesar de que nunca se lo había contado a nadie, nos autorizó a que la citáramos, como sigue: «Cuando conocí a mi esposo..., él era un hombre divorciado, por causa de que su esposa anterior le fue infiel. De ese matrimonio nació un niño, que actualmente tiene quince años. Ahora nosotros tenemos... dos niños. »Hemos sido muy felices; sin embargo, a mí me preocupa la situación de mi hijastro.... Recientemente dejó la escuela, y pienso que necesita del amor y de la dirección de su padre. Pero... por más que le pido que lo busque, me dice que ya se [acostumbraron] a estar alejados y que es difícil tratarse. El niño va a la casa de vez en cuando, principalmente cuando [necesita] dinero. Aconséjenme cómo puedo ayudar a que sane esta relación de padre e hijo.» Este es el consejo que le dimos: «Estimada amiga: »Usted es una persona amorosa muy especial, ¡y una verdadera bendición para su esposo! La felicitamos por darle más importancia al bienestar de su hijastro que a los sentimientos que usted misma pueda tener con relación a la madre del muchacho. Lamentablemente, muchas de las mujeres que nos cuentan su caso, si se encontraran en la situación en que está usted, se quejarían acerca del muchacho en lugar de preocuparse por él. En cambio, usted tiene la madurez necesaria como para reconocer que la relación de su esposo con su ex esposa no tiene nada que ver con la relación de él con su hijo. En otras palabras, usted sabe que él puede mantener una relación con su hijo sin que eso ponga en peligro su matrimonio actual. »Usted está siguiendo el ejemplo que nos dio Cristo de preocuparse por los pequeños. Quisiéramos que toda madrastra y todo padrastro siguieran su ejemplo. »Tiene usted razón al creer que el muchacho necesita del amor y del cuidado del padre. A su esposo le resulta más fácil evitarlo que encarar los problemas emocionales evidentes en la vida de su hijo. Por lo general, los hombres pueden justificar el estar ausentes de la vida de sus hijos con un pretexto parecido al que le ha presentado su esposo. Esos hijos crecen con un gran vacío emocional en el corazón.... »Quisiéramos poder ayudarla a convencer a su esposo, pero es difícil convencer a alguien que ni siquiera reconoce que hay un problema. Le recomendamos que haga una búsqueda, en los «Casos» en nuestro sitio en la red conciencia.net, de casos de niños que han sido víctimas de abandono o descuido de parte de sus padres. En esos casos es evidente que los niños han sufrido emocionalmente, y que el sufrimiento a veces dura toda la vida. »¡Nuestro Padre celestial nos ama a todos muchísimo y le interesa nuestro bienestar! Él debe ser nuestro ejemplo de cómo tratar a nuestros propios hijos. Siempre está atento cuando acudimos a Él en oración. Tal vez en ocasiones no nos conceda lo que le pedimos, pero siempre nos dará lo que más nos conviene. Y aunque quebrantemos sus reglas vez tras vez, Él nos perdona y nos da una nueva oportunidad cada vez que se lo pedimos. »Le deseamos éxito, »Linda y Carlos Rey.» El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, se puede leer si se pulsa el enlace en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego el enlace que dice: «Caso 114». Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«Para mejorar nuestra situación económica»

12/28/2024
En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Tengo treinta y tres años, soy soltera y vivo con mis papás y una hermana menor.... [Como] soy la única que tiene un ingreso estable... [ayudo con casi todos los gastos de la casa]. El ingreso que reciben mis padres sólo alcanza básicamente para pagar el alquiler. »Hace años solicité un préstamo para solventar una necesidad de la familia, el cual sigo pagando. Les he dado a mis padres ciertos consejos sobre lo que creo que debemos hacer para mejorar nuestra situación, pero ellos no lo creen necesario. ¿Soy mala persona porque en ocasiones no doy más dinero a la casa debido a que quiero salir con mis amigos? ... Si hay una necesidad de veras grande, sí lo doy.... Es que siento que mis padres podrían hacer algo para buscar más ingresos.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »La felicitamos por la manera en que está honrando a sus padres al ayudar con casi todos los gastos de la casa. Usted no dice cuántos años tienen ni por qué carecen de un ingreso estable, pero sí dice que siente que ellos podrían hacer algo para buscar más ingresos. »Lamentablemente en su caso, el mandamiento bíblico de honrar a sus padres no vino con información específica sobre si debiera vivir con ellos, ni cuánto dinero debe aportar para ayudarles.... Eso depende completamente de cada situación en particular. »Al parecer, usted sospecha que está permitiendo que sus padres sean imprudentes e irresponsables en cuanto al trabajo que hacen. Como no conocemos a sus padres, no hay manera de que sepamos si eso es cierto, ya sea del todo o siquiera en parte. Pero, de cualquier manera, no creemos que debiera esperarse que ningún hijo adulto provea recursos económicos para ayudar a padres que bien pueden proveer para sí mismos. »Como usted ya sabe que tiene la responsabilidad de ayudar con parte de los gastos debido a que vive en la casa de ellos, sugerimos que calcule cuánto le costaría vivir de manera independiente, y que esa cifra represente la mínima cantidad de dinero que debe aportar. Luego añada un poco más en señal de honra a sus padres, y el dinero que sobre después de sus otros gastos puede ser el dinero que le queda para diversión y actividades sociales. »Creemos que es importante que usted tenga amistades y disfrute de una vida social, y sabemos que cuesta dinero comer fuera de casa y asistir a actividades sociales. Sin embargo, como ha sido responsable con su trabajo y ha logrado tener un ingreso estable, puede dedicar una parte razonable de su sueldo para cubrir gastos de diversión. »Ojalá que no sean sus padres quienes han hecho que se sienta culpable en cuanto a su vida social. Si bien usted es la hija de ellos, no es una niña.... Para honrar a sus padres debe tratarlos con respeto, pero no tiene la obligación de obedecerles.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo se puede leer si se ingresa en el sitio www.conciencia.net y se pulsa la pestaña que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 703. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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El rey del fútbol y la copa del tricampeón

12/27/2024
(Antevíspera del Aniversario de la Muerte de Pelé) No había cumplido aún los dieciséis años cuando debutó en el club Santos del Brasil y marcó su primer gol como profesional. A diferencia de otros jugadores de renombre a escala mundial, permaneció en el mismo club casi toda su carrera, con el que ganó dos Copas Libertadores de América y dos Copas Intercontinentales. Pero sus triunfos más satisfactorios los obtuvo Pelé con su Selección Nacional, con la que conquistó tres títulos mundiales jugando al lado de los gigantes del fútbol brasileño de su época, entre ellos Mario Zagallo, Garrincha, Didí, Vavá y Zito. En sus primeros dos mundiales, Suecia 1958 y Chile 1962, Pelé tuvo la distinción de ser el jugador más joven en llegar a ser campeón y bicampeón del mundo. A lo largo de su carrera fue un prodigioso goleador, marcando 1282 goles en 1366 partidos jugados, 77 de éstos representando a su país: más que ningún otro en la historia de la Seleção brasileira. Con razón a Edson Arantes do Nascimento, «O Rei» Pelé, se le ha considerado indiscutiblemente, durante casi toda su vida profesional, como el mejor jugador de fútbol de la historia. Pelé se despidió del fútbol internacional en el mítico Estadio Azteca en la final de México 1970. Cerrando su participación con broche de oro, tuvo una actuación incomparable contra Italia. En el minuto 18 marcó de cabeza uno de los goles más memorables de todos los mundiales, rematando, raso y potente, un pase letal de Rivelino, que venía con efecto. A la postre, los hábiles cariocas, que de paso se robaron el corazón de los mexicanos, golearon 4 a 1 a la cuasi-infranqueable defensa italiana, y se convirtieron en el primer seleccionado en coronarse campeón en tres copas del mundo. Pelé y sus compañeros del scratch du oro se dieron el lujo de pasear la Copa Jules Rimet por el césped del Azteca, sin imaginarse jamás que lo que no logró ese día la escuadra azzurri, lo conseguiría otro enemigo, años más tarde, en su propia casa. Un contrario desconocido habría de arrebatarle la copa al equipo campeón, robando el codiciado trofeo de la sede de la Confederación Brasileña de Fútbol en Río de Janeiro, de modo que desaparecería por completo. Gracias a Dios, en el campo de juego espiritual, los que somos seguidores de Cristo, cuales trofeos que Él ganó como resultado del juego decisivo en que venció a su archienemigo Satanás, no tenemos que temer que ni el diablo ni ningún otro contrario desconocido algún día pudieran arrebatarnos de nuestro dueño. Porque esa victoria que Cristo obtuvo mediante su muerte y resurrección lo acredita como nuestro pastor, y a los que somos de su rebaño, Él nos asegura que nunca pereceremos, y que, a diferencia de lo que pasó con la Copa en manos de la Confederación Brasileña de Fútbol, nadie jamás podrá arrebatarnos de su mano. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«Mi esposa no deja que mis padres se acerquen a mis hijos»

12/26/2024
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Siempre había esperado que mi futura esposa amara a mis papás, y así fue cuando me comprometí con mi esposa. Pero desde el día de los preparativos de nuestra boda, las cosas se fueron a la deriva. Mis papás tuvieron desacuerdos con mis suegros, por lo que mi esposa comenzó a sentir rencor hacia mis padres... y las cosas fueron de mal en peor el día de la boda.... »Las veces que peleo con mi esposa es por razón de mis padres. Me gustaría honrarlos y apoyarlos de alguna manera, pero mi esposa ha cerrado su corazón para ellos, al punto de que no deja que abracen a mis hijos ni se acerquen a ellos.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »... Muchas mujeres crecen idealizando su futura boda con el hombre de sus sueños. Pero con frecuencia los padres del novio (especialmente la mamá) tienen sus propios sueños para la vida del hijo. No nos sorprende que los desacuerdos en su familia hayan comenzado el día de los preparativos de la boda porque ese fue el momento en que los sueños de su novia chocaron de frente con los de la mamá (y tal vez también con los del padre) de usted. Seguramente discutieron sobre algunos detalles. Y, como era de esperarse, sus suegros defendieron a la hija. »Todos los desacuerdos de ahí en adelante han girado en torno a quién está tratando de proteger los intereses de quién. Los padres de usted quieren protegerlo de una esposa que ellos sin duda piensan que debiera tratarlo mejor. Pero cuando ellos tratan de protegerlo a usted, ofenden a su esposa. Entonces los padres de ella, viendo que ha sido ofendida, tratan de protegerla, y su esposa a su vez trata de proteger a sus hijos y a los padres de ella. Su esposa no necesita protegerlo a usted porque los padres suyos ya lo están protegiendo muy bien. »La Biblia deja en claro que, desde el principio de la creación, Dios previno que esto sucedería. Él puso el instinto materno consciente de que era necesario que las madres protegieran ferozmente a sus hijos. Pero luego le puso un límite de tiempo al decir: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y los dos llegarán a ser uno solo.” »El dejar a padre y madre es una acción física, económica y emocional. Significa que el hombre forma una nueva familia junto con su esposa, y que su presencia y lealtad se traspasan de sus padres a su esposa. Él tiene la responsabilidad de honrar a sus padres, y al mismo tiempo dejarles en claro que, de ahí en adelante, su esposa debe tener la prioridad. »Suponemos que usted se encuentra atrapado entre sus padres y su esposa debido a que ha tratado de complacerlos a ambos. No ha “dejado” a sus padres emocionalmente tal como enseña la Biblia. Una vez que lo haga y que haya pasado suficiente tiempo para que su esposa se sienta apoyada emocionalmente por usted, juntos pueden decidir en cuanto al contacto que han de tener con sus padres.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo se puede leer si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 822. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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El verdadero sentido de la Navidad

12/25/2024
Cuentan que un hombre recibió de parte de su hermano un automóvil como regalo de Navidad. Cuando salió de su oficina esa Nochebuena, vio que un niño desamparado estaba caminando alrededor del brillante auto nuevo y que lo contemplaba con admiración. —¿Este es su auto, señor? —preguntó el niño. El hombre afirmó con la cabeza. —Mi hermano me lo dio como regalo de Navidad. El niño se quedó asombrado. —¿Quiere decir que su hermano se lo regaló y a usted no le costó nada? A mí sí que me gustaría... —titubeó el niño. El hombre se imaginó lo que iba a decir el niño: que le gustaría tener un hermano así. Pero lo que el muchacho realmente dijo estremeció al hombre de pies a cabeza: —Me gustaría poder ser un hermano así. El hombre miró al muchacho con asombro, y se le ocurrió preguntarle: —¿Te gustaría dar una vuelta en el auto? —¡Claro que sí! ¡Me encantaría! Después de un corto paseo, el niño se volvió y, con los ojos chispeantes, le dijo al hombre: —Señor, ¿sería mucho pedirle que pasáramos frente a mi casa? El hombre sonrió. Creía saber lo que el muchacho quería. Seguramente deseaba mostrarles a sus vecinos que podía llegar a su casa en un gran automóvil. Pero, de nuevo, el hombre estaba equivocado. —¿Se puede detener donde están esos dos escalones? El niño subió corriendo, y al rato el hombre oyó que regresaba, pero no tan rápido como había salido. Era que traía a su hermanito lisiado. Tan pronto como lo acomodó en el primer escalón, le señaló el automóvil. —¿Lo ves? Allí está, tal como te lo dije, allí arriba. Su hermano se lo dio como regalo de Navidad, y a él no le costó ni un centavo. Algún día yo te voy a regalar uno igualito... Entonces podrás ver tú mismo todas las cosas bonitas que hay en los escaparates de Navidad, de las que he estado tratando de contarte. El hombre se bajó del auto y subió al hermanito enfermo al asiento delantero. El hermano mayor, con los ojos radiantes, subió detrás de él, y los tres comenzaron a dar un paseo navideño inolvidable. Esa Nochebuena, aquel hombre comprendió el verdadero significado de las palabras del apóstol Pablo, que a su vez recordaba las palabras de nuestro Señor Jesucristo: «Ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su gracia, mensaje que tiene poder para edificarlos y darles herencia entre todos los santificados. No he codiciado ni la plata ni el oro ni la ropa de nadie. Ustedes mismos saben bien que estas manos se han ocupado de mis propias necesidades y de las de mis compañeros. Con mi ejemplo les he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en dar que en recibir.”» Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Soul Food

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El mantel de encaje de oro y de marfil

12/24/2024
La iglesia era muy antigua; su pastor, muy joven. Había sido una de las iglesias más bellas en su apariencia externa; ahora estaba en decadencia. Pero el pastor y su joven esposa creían que con pintura, con un martillo y con fe podrían restaurarla a su gloria pasada. Así que se pusieron a trabajar. Para colmo de males, una tormenta azotó aquella región, y la iglesia no escapó a su furia. Un enorme pedazo de revoque mojado se desprendió de la pared interior detrás del altar. El pastor y su esposa barrieron el piso, pero no pudieron ocultar la antiestética irregularidad en la pared. —¡Faltan sólo dos días para la Nochebuena! —exclamó la esposa del pastor. Esa tarde la desanimada pareja asistió a una subasta en beneficio de un grupo de jóvenes. El subastador abrió una caja y sacó de allí un hermoso mantel de encaje de oro y de marfil, que tenía cinco metros de largo. Pocos hicieron ofertas por el mantel debido a lo poco práctico y anticuado que era. Pero de pronto el pastor tuvo una idea. Ofreció sólo seis dólares con cincuenta centavos e hizo suyo el magnífico mantel. De vuelta a la iglesia, sujetó el mantel a la pared detrás del altar, logrando así tapar por completo el hueco antiestético. Al mediodía de la Nochebuena, mientras abría la iglesia notó a una mujer pasando frío en el paradero de autobuses, así que alzó la voz y le dijo: —El próximo autobús se demora otros cuarenta minutos, señora. ¿Por qué no entra a la iglesia un rato y aprovecha nuestro sistema de calefacción? La mujer aceptó su atenta invitación y le contó que había viajado desde la ciudad esa mañana a ver si conseguía el puesto de niñera de una familia rica del pueblo, pero no la habían aceptado. Cuando el pastor se levantó para arreglar el mantel en la pared, la mujer clavó los ojos en el fino encaje de oro y de marfil. Luego se acercó y lo frotó con los dedos. —¡Es mío! —exclamó—. ¡Este es mi mantel para banquetes! Y se lo comprobó al asombrado pastor mostrándole sus iniciales bordadas con monograma. —Mi esposo me lo mandó a hacer en Bruselas. ¡No hay otro igual! Dicho esto, la emocionada mujer le contó al pastor que ella era vienesa, que junto con su esposo se había opuesto a los nazis de Alemania y se les había aconsejado que abandonaran el país por separado. Fue así como su esposo la embarcó en un tren que iba para Suiza. Tan pronto como pudiera, él se reuniría con ella... pero jamás volvieron a verse. Posteriormente le informaron que él había muerto en un campo de concentración. El pastor procuró consolarla e insistió en que se llevara el mantel, pero ella rechazó la oferta y se fue. Esa noche, después de la reunión, el relojero del pueblo se le acercó y le dijo extrañado que ese mantel era idéntico a uno que él le había mandado a hacer a su esposa en Viena. Cuando el pastor le contó lo sucedido al mediodía, el hombre exclamó: —¡No lo puedo creer! ¡Mi esposa aún vive! Con la ayuda de la familia rica que había entrevistado a la mujer, lograron ponerse en contacto con ella y salieron de inmediato a su encuentro. Esa noche realmente fue buena, pues fue testigo de un reencuentro extraordinario, tal como lo fue la primera Nochebuena, que presenció el trascendental reencuentro entre Dios y la humanidad perdida. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«Sangre generosa»

12/23/2024
Era la víspera de Navidad. «¿Cómo no pasar con alegría esa fiesta de la intimidad, esa fiesta del corazón, en unión de las personas queridas que iban a quedarse bien pronto abandonadas tal vez para no volverse a ver nunca? »Después de la Navidad estaban la guerra, las montañas, las privaciones, la derrota, tal vez la muerte.... Era preciso celebrar el último banquete de la familia con entusiasmo.... »Clemencia dijo a [Enrique] Flores, a [Fernando] Valle y a sus compañeros: »—La Navidad se celebrará aquí en casa, haremos un gran baile, tendremos una agradable cena, nos alegraremos por última vez con los nuestros, y después, que vengan los franceses y nos degüellen.... »La noche del 24... la casa de Clemencia... era un palacio de hadas. Se iluminaron el patio y los corredores, se pusieron por todas partes gigantescos ramilletes de flores y ramas de árboles cubiertas de heno y de escarcha. Se dio, en fin, a la casa el aspecto tradicional de las fiestas de Nochebuena.... »En el salón se había colocado... el árbol de Navidad, precioso capricho [alemán] no introducido todavía en México, y que es el objeto de la ansiedad de la infancia, de la alegría de la juventud y de la meditación de la vejez en esos países del Norte donde aún se mantiene vivo con el calor del hogar el amor de la familia. »Había sido un capricho de Clemencia poner ese árbol, en cuyas frescas ramas había colocado algunas de sus más queridas alhajas, pañuelos, y pequeños juguetes que habían de repartirse entre sus afortunados amigos, con entero arreglo al estilo alemán: sólo que aquí en vez de niños eran valientes oficiales republicanos los que iban a obtener esos preciosos obsequios, como una muestra de eterno recuerdo. »A la medianoche debía hacerse este reparto, como es [de] costumbre.... »... El reloj dio las doce de la noche, y todo el mundo vino a agruparse en derredor del árbol de Navidad. »Comenzóse la rifa. Cada uno sacó su número, y Clemencia fue distribuyendo la alhaja o el juguete que correspondía a aquel número. »Llegó su turno a Fernando. Sacó el número 13.... Clemencia bajó de una rama del árbol un lindo pañuelo de batista que tenía este número. »—Valle —dijo la joven alargando el pañuelo a Fernando—, Isabel y yo hemos bordado juntas este pañuelo... por esto debe serle a usted doblemente querido. »—Lo guardaré como una reliquia sagrada —respondió Fernando. »—Y cuando reciba usted alguna herida, empápelo usted en sangre generosa; esa será la mejor manera de honrarlo. »—Yo lo prometo —murmuró Fernando. Esa «sangre generosa» que a la postre derramó Fernando Valle en la clásica novela romántica Clemencia, escrita por el autor mexicano Ignacio Manuel Altamirano, nos recuerda la sangre que a la postre derramó el Niño Dios. Porque así como Fernando murió voluntariamente en lugar de su amigo Enrique, también Jesucristo, Dios hecho hombre, murió en nuestro lugar. Aquel cuyo cumpleaños celebramos cada Navidad murió por cada uno de nosotros. Y no hay sangre alguna en este mundo más generosa que esa. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Clemencia

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«Tengo vergüenza con los familiares de mi hija»

12/21/2024
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Hace ya más de ocho años que viví una unión libre con una mujer... Me separé de ella y volví con mi esposa, pero fui tan miserable que dejé embarazada a esa otra mujer.... Y hace más de cuatro años la mujer murió de muerte repentina.... Ahora reconozco que, aparte de que soy un miserable, no merezco vivir. Hasta he contemplado el suicidio como una opción.... »Hoy mi hija que es fruto de ese amor está viviendo con su abuela y, a pesar de que inicié unas acciones legales para tenerla a mi lado, decidí quizá renunciar a ella. Tengo demasiada vergüenza con sus familiares.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »[Comprendemos] que usted reconoce que no hay manera alguna de volver atrás y enmendar sus errores, y que debido a eso ha contemplado el suicidio. [Por eso le] parece más fácil morir que vivir consciente de lo que... ha hecho. »¿Ha oído hablar del apóstol llamado Judas Iscariote? Él era uno de los seguidores más cercanos de Jesucristo antes de traicionarlo. Cuando Judas reflexionó sobre lo que había hecho, se suicidó. No tuvo suficiente valor para volver a verse con los otros apóstoles, así que optó por la vía de escape más fácil. »Cuando Cristo murió en la cruz, Él pagó el castigo por todos los pecados, no apenas por los pecados más pequeños o más socialmente aceptables. Sin embargo, para que seamos perdonados tenemos no sólo que lamentar haber cometido esos pecados y pedirle perdón a Dios nuestro Padre, sino también demostrar ese arrepentimiento viviendo de una manera diferente en el futuro. Si esperamos que Dios perdone nuestro pasado, tenemos que estar dispuestos a aprender y seguir sus enseñanzas.... »Su hija nunca podrá tener una relación con la mamá, y ahora usted quiere negarle que tenga una relación con usted también. Siendo una niña pequeña, tal vez parezca que no lo echa de menos a usted, pero a medida que crezca ella se preguntará cada vez más qué mal hizo para que perdiera a la mamá y también al papá. »En vez de tratar de obtener la custodia legal, le recomendamos que primero comience a aportar ayuda económica mensual a la abuela para contribuir a sufragar los gastos de la niña. Luego asegúrese de que el nombre suyo aparece en el certificado de nacimiento de ella. Si no aparece, entonces haga lo necesario para probar que usted es el padre biológico a fin de que se enmiende esa falta. »El siguiente paso es pedir que se le permita visitarla bajo supervisión.... Si la abuela no lo permite, entonces será necesario pedirle a un juez que le conceda tales visitas. De cualquier manera, le recomendamos que consulte a un abogado a fin de que lo ayude.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo puede leerse con sólo pulsar la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 702. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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La palabra «Navidad»

12/20/2024
Un profesor de psicología les dio a sus estudiantes un examen de asociación de palabras. Les dijo que escribieran lo primero que les viniera a la mente tan pronto como él dijera cada palabra. Por ejemplo, si decía «conversación», podían escribir «teléfono» o «diálogo». Una de las palabras de ese día causó diversas reacciones y asociaciones sumamente interesantes. La palabra era «Navidad». Estas fueron algunas de las palabras que asociaron con la Navidad: cohetes, fiesta, lechón asado, baile, licor, regalos, árbol y luces. Entre todas las asociaciones no hubo ninguna referencia a Jesucristo, ni siquiera a su nacimiento. La verdad es que muy poco de lo que hacemos hoy día se asocia con lo espiritual. Muy pocas de nuestras actividades tienen alguna relación con lo divino. Muy pocos de nuestros pensamientos abordan lo religioso. Hablamos con vehemencia en contra del materialismo. Nos sorprendemos cuando alguien afirma que es ateo. Nos enojamos cuando alguna persona ridiculiza las cosas religiosas. Y sin embargo guardamos muy poca relación con lo espiritual. Claro que de cuando en cuando vamos a la iglesia, quizás una vez al mes o hasta una vez a la semana. Pero muchas veces lo hacemos para salir de una exigencia social. Desde luego que buscamos a Dios en los momentos de tragedia, pero esto también viene a ser un acto de último recurso, cuando no nos queda otra esperanza en la vida. Mientras tenemos buena salud y disfrutamos de popularidad, mientras nuestros amigos nos acogen y todo nos va bien, no buscamos seriamente a Dios. Así que aquellas asociaciones con la palabra «Navidad» revelan algo que se expresa en todas las facetas de nuestra vida. Si aquel profesor les hubiera dicho la palabra que pusimos como ejemplo, «conversación», habría escogido una de las palabras que más debiéramos asociar con la Navidad. Porque a los ojos de Dios, lejos de representar cohetes, fiestas, lechón asado, baile, licor, regalos, árbol y luces, la Navidad fue el principio de un nuevo diálogo que entabló Él con nosotros. Esa primera Nochebuena, Dios el Padre, mediante el nacimiento de su Hijo Jesucristo, reparó la línea de comunicación con nosotros que se había cortado a fin de que pudiéramos restablecer con Él la comunión que habíamos perdido. De modo que ahora todos podemos tener comunión íntima y constante con Dios. Él está esperando que respondamos a la llamada celestial que nos hizo por medio de su Hijo. Pues es mediante esa conversación que restablecemos la conexión y mostramos que comprendemos el verdadero sentido de la Navidad. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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